El presidente ruso, Vladimir Putin, afirmó este jueves que el dirigente soviético Vladimir Lenin, de cuya muerte en 1924 se cumple este jueves 21 de enero de 2016 un nuevo aniversario, fue quien hizo «explotar» Rusia.
«Las ideas deben concretarse en buenos resultados y éste no es el caso de Vladimir Ilich (Lenin)»,
declaró Putin durante una reunión del consejo presidencial sobre ciencias de la educación.
Fueron las ideas de Lenin -aún venerado por muchos dentro y fuera del país- las que «finalmente desembocaron en la caída de la Unión Soviética (URSS)» en 1991, estimó el presidente ruso, en una crítica inusitada en el país al jefe de la Revolución bolchevique de 1917.
«Se depositó una bomba bajo un edificio llamado Rusia, que después explotó»,
afirmó Putin, quien frecuentemente se muestra nostálgico de la época soviética.
El jueves, además, un juez del Reino Unido aseguró que Putin «posiblemente» aprobó el asesinato del ex espía Alexander Litvinenko, crítico de su gobierno. El agente murió envenenado con una dosis de polonio 210. Había huido desde Rusia a Reino Unido en el año 2000.
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Después de las declaraciones contra Lenin, el prtavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, intentó minimizar el alcance de las palabras del mandatario.
«El presidente solamente dio su punto de vista (…). Cada persona, incluido el presidente, tiene el derecho a tener una actitud respecto al papel de tal o cual personalidad de la historia»,
subrayó.
Peskov además aseguró que un eventual entierro de Lenin «no se encuentra en el orden del día». Es que el cuerpo embalsamado de Lenin reposa en su mausoleo erigido en la Plaza Roja frente a las murallas del Kremlin, el sitio más simbólico del país, ubicado a solamente algunos metros de la tumba de Stalin.
La posibilidad de que sea enterrado es evocada frecuentemente, pero las autoridades rusas no han querido tomar una decisión hasta ahora.
Veinticinco años después de la caída de la URSS y del régimen comunista, Lenin, muerto el 25 de enero de 1924, sigue muy presente en Rusia, donde miles de calles y monumentos celebran aún la memoria de quien fuera el líder de la Revolución de Octubre (de 1917) y fundador del Estado soviético.
«La gente está acostumbrada y el aspecto ideológico vinculado al nombre de Lenin ha desaparecido»,
afirma sobre la figura Lev Gudkov, director del centro moscovita de estudios sociológicos Levada.
«Lenin es percibido como una personalidad positiva de nuestro pasado», agrega.
En efecto, un 63% de la población es favorable a que se conserven los monumentos a la gloria de Lenin, contra un 19% que prefiere que desaparezcan, según un sondeo efectuado en 2014 por el centro oficial VTSIOM.