El no va más. Si se quiere comer en Venezuela hay que llenar primero el buche a los chavistas, a base de tragar lo indecible.
Mientras el Gobierno de Maduro sigue secuestrando la comida que había para las cadenas privadas, y entregándolas a través de los consejos comunales a los sectores que son adeptos al Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), -el 15% de la población-, llenar la cesta de la compra tiene ahora factura añadida: (Maduro da alas en Twitter a su gran idea para combatir el hambre en Venezuela: ¡Tener gallinas en casa!).
Se trata de votar en una especie de planilla contra la Ley de Amnistía poniendo cara de bueno, bajo pena de quedarse sin el nuevo ‘carné de residencia’, documento y requisito indispensable para poder acceder a productos básicos con subsidio en la red de abastos del régimen. (El Tribunal Supremo chavista declara inconstitucional la Ley de Amnistía).
De la denuncia al respecto de miles de hartos ciudadanos, se hace eco el dirigente opositor y ex candidato presidencial, Henrique Capriles:
Me envían de Consejos Comunales rechazando planilla del Gob para la comida,preguntando si militan en el psuv? pic.twitter.com/Mpeg07yc3v
— Henrique Capriles R. (@hcapriles) 12 de abril de 2016
La medida, ha sido rechazada en algunos lugares con furibunda reacción, aunque los ‘opositores’ habrán de peregrinar ahora por el mercado negro, donde los precios pueden ser entre 10 y 20 veces más altos. (Maduro manda a los militares sembrar hortalizas para combatir el hambre).
«¿Militas en el PSUV?», es una de las preguntas que contiene el formulario de marras, amén de contener un punto con datos del aspecto socio-económico del aspirante, y otro con información de su núcleo familiar.
Es la nueva arma de represión, en un país donde no se columbra de momento remedio alguno. (The Washington Post: «Es urgente una intervención política en Venezuela).