Hasta la fecha, al menos 28 páginas de documentos de la CIA sobre el atentado del 11 de septiembre de 2001 siguen sin desclasificar, y hay una razón de peso para tan vergonzante decisión. El director de la CIA, John Brennan, ha declarado en una entrevista a NBC que la Casa Blanca no debe publicar los documentos secretos sobre el atentado múltiple porque podrían contener información falsa.
Según Brennan, estos papeles contienen conclusiones preliminares de la CIA que posteriormente, en 2002, fueron detalladas y complementadas. Por este motivo el funcionario afirma que estos documentos «combinan datos correctos e incorrectos».
El jefe de la agencia aseveró que, en consecuencia, se concluyó que
«no hay pruebas de que el Gobierno de Arabia Saudita o funcionarios de la monarquía prestaran apoyo financiero a Al Qaeda».
Como en los documentos clasificados no se menciona explícitamente la inocencia del Gobierno saudita, «alguien puede prestar demasiada atención a esta información no comprobada» y llegar a conclusiones poco justificadas.
Además, Brennan ha subrayado la importancia de las relaciones entre Washington y Riad:
«Tenemos vínculos muy fuertes con Arabia Saudita; en el sector económico, político, militar y de inteligencia».
Los medios norteamericanos mencionaron anteriormente que estos papeles podían contener información sobre la llamada «pista saudita» en el 11S.
Aunque algunos miembros del Congreso insisten en publicar los documentos, últimamente han surgido importantes obstáculos para hacerlo realidad. El 16 de abril el Gobierno de Arabia Saudita amenazó con vender 750.000 millones de dólares en activos de EE.UU., lo que «tendría graves consecuencias para la economía mundial», según advirtió Riad.
«Es evidente que Obama y los sauditas no se gustan mutuamente», consideró Toby Craig Jones, historiador de Oriente Medio en la Universidad de Rutgers (Nueva Jersey, EE.UU.), respecto a la actual relación bilateral entre ambos países, informa ‘Time‘.
«En lo referente a los sauditas nada ha cambiado, y parece que Obama está dejando pasar el cuarto trimestre de presidencia»,
agregó.
Las familias de las víctimas de los ataques del 11S, por su parte, dicen estar «muy angustiadas» por el hecho de que la Administración de Obama estaría presionando al Congreso para bloquear el proyecto de ley contra la Casa de Saud, que permitiría juzgar al Gobierno saudita por su presunta complicidad con el 11S.
«Su lugar en la historia no debe estar marcado por una campaña por excluir el proceso judicial como un ámbito en el que puede hallarse la verdad»,
reza una carta escrita por más de una decena de familiares.