Por primera vez en esta larga campaña electoral, el aspirante republicano a la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump, aventaja a la precandidata demócrata Hillary Clinton en el promedio de encuestas nacionales de RealClearPolitics.
La ventaja de dos dígitos que Clinton mantuvo en los últimos meses ha desaparecido y con ella, al parecer, los sueños de los demócratas de que una victoria transformadora en 2016 dejara a los republicanos a la deriva durante una generación.
¿Que pasó? Una mirada más cercana a los números ofrece algunas pistas.
¿Recuerdas el movimiento #NeverTrump? Tampoco nadie en el Partido Republicano.
Según una encuesta del diario The Washington Post, el 85% de los republicanos planea votar por su candidato. Un sondeo del diario estadounidense The New York Times arroja un número similar.
Las personalidades públicas más importantes del partido parecen respaldar a Trump o hacen todo lo posible por esfumarse de la escena.
Incluso el senador John McCain, cuya condición de veterano de guerra fue menospreciada por Trump, ha dicho que va apoyará al postulante del partido.
¿Un tercer candidato?
Aunque todavía parece haber un interés significativo en un candidato de un tercer partido (el 44% de los encuestados le dijo a The Washington Post que quería otra opción) cada día que transcurre vuelve menos probable esa opción.
La mayoría de los partidarios de Sanders tienen un claro rechazo a Clinton.
Una reciente encuesta de Economist/YouGov muestra que entre los seguidores de Bernie Sanders, el 55% votaría por Clinton, el 15% apoyaría a Trump y el resto o bien no sabe o escogería a otra persona.
No es particularmente sorprendente, dado que el 61% de quienes respaldan a Sanders tienen una opinión desfavorable de Clinton y el 72% dice que ella es «no es honesta ni digna de confianza».
Hablando de Sanders, sus partidarios citan estas encuestas recientes como evidencia de que debe permanecer en la carrera demócrata a pesar de que las matemáticas hacen que la victoria sea muy poco probable.
En el sondeo de YouGov, que muestra a Clinton con una ventaja de 42% a 40% frente a Trump, Sanders tenía una diferencia de 48% a 39% ante el republicano.
Esto parece apoyar la tesis de que los partidarios de Clinton son más propensos a respaldar a Sanders en una elección general que viceversa.
El «problema Sanders» no desaparecerá
Los intercambios de acusaciones por las reñidas encuestas son sólo una parte de las facetas que muestran el incremento de la tensión dentro del Partido Demócrata, y podrían tener un efecto negativo para el desempeño de Clinton en las urnas.
Sanders cuenta con un gran apoyo entre los jóvenes.
El lunes, Sanders predijo que la Convención Nacional Democrata sería «complicada».
«La democracia no siempre es agradable, tranquila y apacible», agregó.
A continuación, el martes, la campaña de Sanders anunció que quería una revisión de la estrecha victoria de Clinton en las primarias de Kentucky, hace una semana.
Cada día hay nuevas pruebas de que Sanders no está dispuesto renunciar a la lucha en el corto plazo, sin importar cómo esto podría afectar el posicionamiento de Clinton frente a Trump.
División demográfica
Las minorías y las mujeres apoyan abrumadoramente a Clinton, mientras que los blancos y los hombres apoyan a Trump en su mayoría.
¿Cuán grandes son estas brechas?
Según la encuesta de The Washington Post, el 57% de los blancos y los hombres respalda a Trump.
Clinton cuenta con el apoyo del 69% de los no blancos y aventaja a Trump entre las mujeres: 52% contra 38%.
Entre los blancos sin título universitario, el 65% apoya a Trump, frente a sólo el 25% a Clinton.
La mayoría de los hombres blancos de Estados Unidos respalda a Trump.
De acuerdo con la encuesta de The Washington Post, el 48% de los autoproclamados independientes respalda a Trump, mientras que sólo el 35% apoya a Clinton.
El 18% restante o bien prefiere a otra persona o a nadie.
La encuesta de YouGov muestra un resultado ligeramente diferente, con ventaja del 41% para Clinton sobre el 34% para Trump, pero el número de quienes no están listos para apoyar a ninguno (24%) es igualmente importante.
Jimmy Carter aventajó a Ronald Reagan a principios de 1980 en las encuestas presidenciales. Michael Dukakis tenía una amplia ventaja sobre George HW Bush en 1988. John McCain estuvo por delante de Obama en la carrera electoral de 2008. Varias veces en 2012 Romney tuvo una ventaja sobre Obama.
La única cosa que sabemos es que, en este momento, Hillary Clinton y Donald Trump están prácticamente empatados.
Y que Trump ha dejado en ridículo a una gran cantidad de expertos y analistas en el último año.