Citó con cara de santo a Simón Narciso de Jesús Carreño Rodríguez, más conocido como Samuel Robinsón, -el mentor del Libertador Simón Bolívar-, y se quedó tan ancho este lunes 26 de septiembre de 2016 tras repartir las nuevas bendiciones chavistas durante la inauguración de la escuela integral bolivariana Cruz Felipe Iriarte, en el estado Vargas. En esta ocasión, la hostia con la que los venezolanos deben comulgar a la fuerza lleva impresa la palabra conuco. (Maduro da alas en Twitter a su gran idea para combatir el hambre en Venezuela: ¡Tener gallinas en casa!).
Nicolás Maduro ya ha ordenado al ministro de Educación, Rodulfo Pérez, ponerse al frente de un proyecto que implementará en las escuelas y liceos este tipo de huertos, donde la ‘agricultura de subsistencia’ garantizará dar esquinazo a la «sociedad dependiente» y producir una vez al año lo suficiente para almacenar alimentos para los niños y estudiantes que trabajen con la azada al hombro.
Fue Chávez, quien se crió entre conuqueros, el que impulsó antaño el mandato constitucional de este sistema productivo, y convocó para tal fin establecer un convenio agrario con los cubanos para desarrollar la producción rural y urbana.
Desde la aprobación de la Ley de Tierras y Desarrollo Agrario, el conuco es considerado como patrimonio productivo de la nación, y ahora el presidente de Venezuela lo considera como una «fórmula maravillosa» que hay que rescatar.
El amago lo hizo en enero de este año 2016, cuando durante su participación en el I Encuentro Productivo de Agricultura Urbana, en el Parque Los Caobos, de Caracas, encomendó al ministro para Producción Agrícola y Tierras, Wilmar Castro Soteldo, y a la titular de Agricultura Urbana, Lorena Freitez, liderar iniciativas que den paso a la consolidación de la propuesta:
«Vamos a promover los valores hermosos de la cultura del trabajo, a levantar la fuerza espiritual y moral de Venezuela, que clama un solo grito. ‘Sí se puede’, dice Venezuela desde su alma bolivariana».