El magnate republicano Donald Trump consiguió igualar a su rival en la carrera a la Casa Blanca, Hillary Clinton, cuya campaña está sufriendo los efectos de la reapertura de la investigación del FBI por el uso de su correo electrónico.
La última encuesta realizada por el Washington Post y ABC News, realizada entre el 27 y 30 de octubre (la carta del director del FBI fue enviada el viernes 28) muestra un empate técnico entre ambos candidatos. Mientras el republicano aparece un punto por encima de la demócrata en el sondeo que considera a los cuatro competidores (46 a 45), Clinton supera a Trump por la misma diferencia cuando la encuesta se reduce a los dos principales contendientes (48 a 47).
Sin embargo, el sondeo también detectó que la tendencia podría ser negativa para Clinton, ya que la motivación de sus votantes (aquellos que se manifestan «muy entusiasmados» por su candidatura) ha disminuido notoriamente en la última semana, mientras que el apoyo de los simpatizantes de Trump continuó en aumento.
En comparación, a esta altura de la campaña, el entusiasmo de los votantes de Barack Obama alcanzaba el 64 por ciento. Ahora, Clinton llega apenas al 43 por ciento, 10 puntos menos que Trump.
A una semana de la jornada electoral, unas 25 millones de personas ya votaron, lo que representa un 20 por ciento del total de participantes estimados. Las votaciones anticipadas favorecen a Clinton por 13 puntos, según el mismo sondeo, pero Trump tiene una ventaja de 11 puntos entre los encuestados que planean votar el próximo martes, aunque el margen de error de estas aproximaciones es mayor.
La encuesta también identificó a los protestantes evangélicos blancos como el grupo que más apoya a Trump, con un 78 por ciento de la comunidad. Por su parte, el bastión de Clinton está entre los que se consideran liberales, con un 81% de adhesión. Entre dicho grupo, el 67 por ciento no se identifica con ninguna religión.
A su vez, el sector más importante en disputa estaría favoreciendo al magnate inmobiliario: entre los votantes que afirman no identificarse con ningún partido político, un grupo que representa el 10 por ciento del padrón, Trump se llevaría el 53%, mientras que Clinton, apenas el 28 por ciento.
Sin embargo, es posible que, aún ganando el voto popular, Trump no llegue a convertirse en el sucesor de Barack Obama. Clinton todavía lleva una ventaja en las estimaciones sobre los delegados del colegio electoral, al conseguir victorias en los estados clave que suelen decidir el resultado.
Estimaciones arrojan que la demócrata conseguiría más de 300 delegados, por encima de los 270 necesarios para ganar la presidencia, aunque el panorama podría cambiar si Donald Trump continúa reduciendo diferencias en Florida (donde ya está en empate técnico) y otros estados que pueden inclinar la balanza a su favor.