En su primera entrevista desde que su padre fue ejecutado hace 10 años, la hija mayor de Saddam Hussein, Raghad Saddam Hussein, ha declarado a la CNN que Donald Trump tiene un «alto nivel de sensibilidad política» y ha expresado la esperanza de que sea diferente de sus predecesores, como George Bush y Barack Obama.
Raghad, que culpa a EE.UU. de la invasión de 2003 y del caos que desató en su país, ha precisado que, aunque Trump «acaba de llegar al liderazgo», parece tener «un alto nivel de sensibilidad política», lo cual «le diferencia mucho de quien lo precedió».
En particular, la hija del expresidente iraquí ha destacado que el nuevo líder de EE.UU. «expuso las equivocaciones de los demás, sobre todo en relación con Irak», lo que significa que él «es muy consciente» de los errores cometidos en su país y del destino de su padre.
«La guerra no es infinita»
Aunque el actual Gobierno iraquí la ha acusado de apoyar al partido Baath de Saddam Hussein e incluso al Estado Islámico, Raghad insiste en que no se ha involucrado en política y no apoya a grupos o partidos en Irak, y menos a los grupos extremistas, que, subraya, «solo adquirieron poder» en Irak después de que su familia abandonara el país y de que finalizara el gobierno de Hussein.
Actualmente, Raghad vive una vida cómoda en Jordania, pero no pierde la esperanza de poder volver a Irak algún día. Para ella, lo que está ocurriendo ahora en su país es «solo un estado momentáneo, un estado de invasión y confusión», pero «no es el destino de Irak», puesto que, «la guerra no es infinita» y, «por supuesto, hay esperanza».