Un espeluznante caso de una violación por parte de unos refugiados sirios en Suecia acaba de salir a la luz. La protagonista es una sueca de quien se desconoce la edad, que fue penetrada por vía vaginal, anal y oral por siete solicitantes de asilo en el sótano de una cafetería de Helsingborg, que regentaban, donde la ataron con cadenas a una tubería tras haberla secuestrado en plena calle a pistola y subida a un coche. (El matrimonio progre acoge al refugiado y este viola y embaraza en casa ¡a una niña de 12 años!).
Según da cuenta el periódico sueco ‘Fria Tider‘, dos de los implicados acaban de ser condenados sorprendentemente a solo cuatro años de cárcel.
Is Fria Tider a reliable Swedish news source? (I don’t care if founders are «racist»?) Is their reporting truthful? https://t.co/qX74RtSO0c
— Mike Cernovich ?? (@Cernovich) 13 de enero de 2017
Los dos hombres sirios que fueron recibidos como refugiados y ayudados por voluntarios progres para abrir un café enla sueca Helsingborg, son Khaled Azez Hegrs, de 28 años de edad, y Tareq Bakkar, de 23.
La Policía encontró a la pobre mujer en tal lugar, después de que hubiera sido secuestrada y fue utilizada por los refugiados como su esclava sexual personal. Los agentes se encontraban investigando un caso de tráfico de drogas. La fémina había sido repetidamente violada y torturada por al menos siete hombres árabes diferentes.
Las autoridades confirmaron en la acusación que tan pronto como el coche llegó a la cafetería, otros tres hombres árabes estaban esperando a la víctima y comenzaron a violar a la mujer indefensa. Los hombres la tumbaron en un sofá y la desnudaron, no sin antes abusar de ella vía oral, vaginal y anal. La policía dijo haber sido violada por dos hombres al mismo tiempo al menos una vez.
La cadena de noticias sueca Avpixlat, informa que los dos hombres fueron condenados a cuatro años de prisión para cada uno, y deben pagar 264.000 euros en daños. Ninguno de los dos hombres fueron declarados culpables de secuestro o tortura. Las autoridades han acordado deportar a los dos refugiados, a pesar de que los acusados tienen la oportunidad de apelar la condena. Sorprendentemente, el tribunal aún no ha logrado condenar a los otros cinco hombres que participaron en las violaciones.