El régimen venezolano y el sirio forman parte del mismo pequeño núcleo de aliados, encabezado por Rusia. Lejos de mostrar autocrítica o responsabilidad alguna, sus presidentes, Nicolás Maduro y Bashar al Assad, siguen destacando sus labores al frente de esas naciones.
Este lunes 30 de enero de 2017, mantuvieron una conversación telefónica, en la que el jefe de Estado chavista felicitó al dictador sirio por su lucha contra el terrorismo.
La información fue divulgada por la agencia de noticias oficial siria SANA.
Maduro consideró que los «triunfos» en la guerra contra grupos terroristas son fruto de la «firmeza extraordinaria de los sirios y el respaldo de su liderazgo».
El presidente venezolano reiteró el respaldo de su país a Siria y expresó su esperanza de que la paz y la estabilidad regresen pronto.
Por su parte, Al Assad valoró la postura de Venezuela y de Maduro, y denunció los intentos desde el exterior de debilitar a ambos países socavando su estabilidad y creando el caos.
El jefe de Estado sirio opinó que ese es el precio que tienen que pagar Siria y Venezuela por el apego a sus soberanías y a la toma de decisiones independientes, y por su rechazo a los dictámenes de Occidente y sus aliados que, subrayó, van en contra de los pueblos de ambos Estados, apuntó SANA.
Si bien el régimen sirio insiste en que su lucha está centrada en los rebeldes y los grupos terroristas, organizaciones que velan por los derechos humanos denuncian constantemente ataques contra la población civil.
Con la ayuda de la Fuerza Aérea rusa, las tropas gubernamentales han bombardeado escuelas y hospitales y provocado miles de civiles muertos y desplazados.
El régimen chavista, por su parte, es uno de los pocos países que apoyan a Al Assad. Sumida en la peor crisis económica, social y política de su historia, Venezuela también conoce de violación a los derechos humanos.
Mientras millones de venezolanos se movilizaron en los últimos tiempos para pedir elecciones anticipadas, desde el Gobierno siguen los ataques contra la oposición y todo aquel ciudadano que se manifieste en contra. Actualmente hay más de 100 presos políticos.