La ex presidenta de Brasil Dilma Rousseff ha sido llamada a declarar el próximo 24 de marzo por la acción penal que investiga al ex ministro de Hacienda Antonio Palocci, acusado de corrupción por su presunta implicación en la trama de cobro de sobornos a cambio de la adjudicación de contratos públicos de la petrolera brasileña Petrobras.
El juez federal Sérgio Moro aceptó el pasado mes de noviembre la denuncia presentada por la Fiscalía contra Palocci y otras 14 personas por los cargos de corrupción y blanqueo de capitales, según Agencia Brasil.
Los investigadores sostienen que Palocci y el gigante de la construcción Odebrecht crearon «un amplio esquema de corrupción» que funcionó entre 2006 y 2015 y del que se beneficiaba, «mayoritariamente», el entonces gobernante Partido de los Trabajadores (PT).
Palocci, médico de profesión, fue clave en el ascenso del PT desde sus orígenes sindicales hasta el Palacio de Planalto. Ya en el poder, se encargó de gestionar las cuentas públicas para los gobiernos de Luiz Inácio Lula da Silva y Dilma Rousseff.
Casi 200 políticos y empresarios han sido acusados en el marco del caso ‘Lava Jato’, de los cuales 83 ya han sido declarados culpables. La Fiscalía reclama 38.000 millones de reales (10.487 millones de euros) por los daños causados.
ENTREVISTADA POR IGLESIAS
Se da la curosa circunstancia de que Pablo Iglesias entrevistó a la destituida presidenta de Brasil Dilma Rousseff durante su estancia hace unos días en España -se la pudo ver por Gran Vía con Juan Carlos Monedero- y el resultado fue el esperado. El secretario general de Podemos hizo pocas preguntas -ninguna de ellas comprometida- porque su interlocutora, suspendida del cargo por corrupta, se exendió en las respuestas.
En el programa se repasa la infancia y evolución personal y política de la dirigente hasta su llegada al poder, al que se refiere como un camino lleno de dificultades, y concluye con una frase sobre una batería de nombres que interesan a Iglesias. El primero de ellos es el recientemente fallecido Fidel Castro, del que dice Rousseff: «Un gran líder Latinoamericano». El siguiente, Hugo Chávez: «Una persona extremadamente generosa».
También salen a relucir Evo Morales («una conquista de los sectores indígenas en Bolivia»), Rafael Correa («otro gran líder Latinoamericano»), Cristina Fernández de Kirchner («una gran amiga y una mujer que cumplió un papel de rescate de identidad de Argentina como el gran país que es»), Luiz Inacio Lula da Silva («el mayor líder popular de Brasil, hay muchos que dicen que del mundo») y hasta Donald Trump («una muestra de los tiempos que vivimos»).