Corea del Norte ha prohibido a todos los ciudadanos de Malasia abandonar el país, en respuesta a la tensión por la no repatriación del cadáver de Kim Jong-nam, hermanastro del sanguinario Kim Jong-un, principal sospechoso del asesinato. (La dictadura norcoreana y su teoría sobre el hermanastro de Kim Jong-un: «No fue asesinado»).
Kuala Lumpur ha dado la réplica tomando la misma medida, aunque sólo afecta al personal diplomático, hasta que la otra parte no dé marcha atrás.
El primer ministro de Malasia, Najib Razak, ha denunciado que sus compatriotas sean «rehenes» en la nación de uno de los mayores tiranos sobre el planeta, algo «totalmente contrario al derecho internacional», afirma en un comunicado.
Durante años, las relaciones bilaterales fueron buenas, hasta que el pasado 13 de febrero, con el crimen en el aeropuerto, se empezaron a enfriar hasta romperse parece que por largo tiempo.
Hay dos mujeres detenidas y acusadas: una vietnamita de 28 años y una indonesia de 25.