No hay duda de que es despiadado, algo que confirmarían los familiares de las víctimas de su régimen

¿Es Kim Jong-un, el polémico líder de Corea del Norte, tan «irracional» como dicen?

Parece tener algunos asuntos personales sin resolver como el consumo excesivo de comida

¿Es Kim Jong-un, el polémico líder de Corea del Norte, tan "irracional" como dicen?
Pese a su juventud, Kim Jong un tiene fama de ser un líder implacable BBC

Cuando el gobierno de Corea del Norte realizó hace poco una prueba simultánea de cuatro misiles balísticos, la nueva embajadora de Estados Unidos en la ONU, Nikki Haley, dijo que el líder norcoreano, Kim Jong-un, era «una persona irracional».

Pero, ¿tiene alguna base su afirmación?

Kim puede tener muchas carencias. No hay duda de que es despiadado, algo que confirmarían los familiares de las víctimas de su régimen, muchas de las cuales son incluso parientes del mandatario.

Puede haber llevado adelante una política económica que mantiene a los norcoreanos viviendo con un estándar de vida inferior al de Corea del Sur y, cada vez más, al de China.

Además, parece tener algunos asuntos personales sin resolver como el consumo excesivo de comida -que se constata en las fotografías que muestran su abultada barriga- y ser un gran fumador.

Pero, más allá de estos defectos o debilidades, ¿es realmente alguien irracional, condición que el diccionario Oxford define como «no lógico o razonable, no dotado con el poder de la razón»?

Académicos que lo han estudiado afirman que, por el contrario, Kim se comporta de una manera muy racional, incluso cuando realiza purgas o aterroriza a quienes le rodean.

El profesor Andrei Lankov, de la Universidad Kookmin de Seúl, le dijo a la BBC: «Él es perfectamente racional. En ocasiones, demasiado. A veces tiende a aplicar fuerza excesiva. ¿Por qué matar a centenares de generales cuando unas docenas ya son suficientes?».

Kim Jong nam, medio hermano de Kim Jong un, fue asesinado en febrero en Malasia.

«La mayor parte de sus víctimas nunca se unieron a una conspiración, pero él siente que es mejor ir más allá. Es mejor matar a nueve generales leales y a un conspirador potencial que permitir que un conspirador siga con vida. Pero, él es racional», dijo.

El profesor John Delury, de la Universidad Yonsei en Seúl, dijo que incluso la decisión de haber ordenado matar a su medio hermano (una acusación que Pyongyang rechaza) sería un acto racional. No agradable, pero racional.

«Un dato triste de la historia es que los reyes jóvenes con frecuencia matan a sus tíos y a sus hermanos mayores. Puede ser cruel, pero no es irracional. Si no me cree, lea a Shakespeare», indicó.

Acerca de la muerte de Kim Jong-nam, el medio hermano del líder norcoreano, Lankov destacó que algo similar ocurría en el Imperio Otomano, donde las concubinas del sultán tenían numerosos hijos, cualquiera de los cuales podía aspirar legítimamente al trono.

El programa nuclear de Corea del Norte es causa de numerosas protestas en Corea del Sur.

El experto cree que, de la misma manera, Kim Jong nam era una amenaza, no muy grande pero aún así intolerable. «Quizá no era tan peligroso, pero nunca se sabe. Él estaba, indudablemente, bajo control de China», afirmó.

Buscando el poder nuclear

Delury consideró que no hay nada irracional en los esfuerzos de Kim Jong-un para obtener armas nucleares creíbles.

«Él no cuenta con aliados confiables que garanticen su seguridad y se enfrenta a una superpotencia hostil que, en tiempos recientes, ha invadido Estados soberanos alrededor del mundo y ha derrocado a sus gobiernos.

«La lección que aprendió Corea del Norte de la invasión de Irak fue que si Saddam Hussein realmente hubiera contado con esas armas de destrucción masiva, probablemente habría sobrevivido», dijo.

¿Podría la apuesta de Kim por desarrollar capacidades nucleares garantizar el futuro de su régimen?

Según Lankov, esa fue una de las conclusiones obtenidas de lo ocurrido en Libia.

«¿Las promesas de prosperidad de Estados Unidos ayudaron a Gadafi y a su familia? Kim Jong-un sabe perfectamente bien lo que le ocurrió al único tonto que creyó en las promesas de Occidente y renunció al desarrollo de armas nucleares. Y él no va a cometer ese error. Una vez que no tienes armas nucleares quedas completamente desprotegido», aseguró.

«¿Acaso las promesas rusas, estadounidenses o británicas de garantizar la integridad de Ucrania ayudaron a ese país? No. ¿Por qué debería él esperar que las promesas estadounidenses, rusas o chinas lo ayuden a seguir vivo? Él es racional», agregó.

Pero, si Kim Jong un es racional, ¿entonces qué quiere? Los académicos difieren en este punto.

El profesor Brian Myers, de la Universidad de Dongseo en Busán (Corea del Sur), dijo que Corea del Norte quiere seguridad, pero también una Corea unida a la que ve como la única vía por la que él y su régimen pueden sobrevivir en el largo plazo.

«Como sabe todo norcoreano, todo el objetivo de la política de dar prioridad a las fuerzas militares del país es lograr la ‘victoria final’, la unificación de las dos Coreas bajo el gobierno norcoreano».

Una amenaza nuclear creíble le daría a Kim Jing un la capacidad de presionar a Estados Unidos para que retire sus tropas de la península.

«Corea del Norte necesita la capacidad para atacar a Estados Unidos con armas nucleares para poder presionar a ambos adversarios para la firma de tratados de paz. Esa es la única gran negociación que siempre ha querido», dijo Myers.

Según esa idea, una vez que las tropas de Estados Unidos se hayan ido el dominio de Corea del Norte sería indetenible.

Lankov no está de acuerdo con esa óptica. Para él, el principal objetivo detrás de las acciones de Kim Jong-un es la supervivencia.

«Por encima de todo, él quiere seguir vivo. En segundo lugar, quiere prosperidad económica y crecimiento, pero es un segundo lugar distante», apuntó.

Las opciones

Entonces, ¿qué puede hacerse?

Algunos analistas creen que Pyongyang busca la retirada de las fuerzas de Estados Unidos de Corea del Sur.

Lankov no ve buenas opciones: «No veo ninguna solución en este momento».

Cree que lo mejor es persuadir a Corea del Norte para que congele el desarrollo de armas nucleares y el arsenal quede en un tamaño determinado, aunque reconoce que esto puede ser muy difícil y que los norcoreanos podrían no cumplir con su palabra.

Además, cree que será necesario otorgar incentivos económicos.

«Esto no es bueno desde el punto de vista de Estados Unidos, porque significaría pagarle una recompensa a un chantajista y, cuando le pagas a un chantajista una vez, incitas a que haya más chantajes», afirmó.

«La segunda opción que podría funcionar es una operación militar. Pero eso probablemente dispararía una segunda guerra de Corea y dañaría permanentemente la credibilidad de Estados Unidos como aliado y protector», explicó.

«En todo el mundo, la gente vería que es mejor tener enemigos que amigos como estos».

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