El pleno del Parlamento Europeo (PE) aprobó este miércoles 5 de abril de 2017 su posicionamiento sobre las negociaciones del Brexit sin incluir a Gibraltar, en la línea que defiende el Gobierno de España y apoyan los grandes grupos de la Eurocámara.
No salieron adelante ninguna de las tres enmiendas que pedían nombrar a Gibraltar interpuestas por eurodiputados británicos, una laborista, un conservador y un euroescéptico.
A una de ellas, la de Claire Moody, laborista, se habían sumado entre otros eurodiputados de ECR, PdeCAT y PNV, que querían que el texto del PE antes de negociaciones recordara que «tanto en Irlanda del Norte como en Escocia y Gibraltar ganó la opción de la permanencia en el Reino Unido».
Aunque no aparece en la resolución, Gibraltar centró parte del debate dedicado al posicionamiento sobre el Brexit en la Eurocámara.
El líder del UKIP, Nigel Farage, dijo hoy que «Gibraltar va a romper el acuerdo» entre la Unión Europea y Reino Unido, por el veto que España utilizará si se incluye el peñón en el acuerdo en vez de tratarse de forma bilateral entre Londres y Madrid.
Farage afirmó que es «una hipocresía3 que los Veintisiete digan que irán a una en las negociaciones y no se admitirán acuerdos bilaterales de los Estados miembros con Londres «pero se incluya una cláusula que dice que España tiene derecho de veto si no están de acuerdo con la solución para Gibraltar».
El líder del Partido Popular Europeo, Manfred Weber, afirmó que «los españoles no estarán solos con respecto a Gibraltar frente a Londres. Los intereses de los españoles son los de todos los europeos».
Por su parte, el portavoz del PSOE en la Eurocámara, Ramón Jáuregui, señaló que debe buscarse «un acuerdo que sea fruto de una voluntad de convivencia con Gibraltar. No es guerra de soberanías. Pero no se puede admitir que haya una colonia en Europa en el siglo XXI».
En la resolución de la Eurocámara sobre el Brexit aprobada por 516 votos a favor, 133 en contra y 50 abstenciones, se reclama que el Reino Unido pague los costes del «divorcio» y un trato fronterizo especial para Irlanda del Norte.
El acuerdo del Brexit deberá entre otras prioridades, según la Eurocámara, aclarar el estatuto legal de los británicos que viven en la Unión Europea y viceversa, así como provisiones sobre sus derechos fundamentales tras la salida de Reino Unido.
Igualmente, los eurodiputados reclamaron aclarar las nuevas fronteras exteriores de la UE, para cuyo diseño algunos grupos políticos quieren un trato especial para Irlanda del Norte, de forma que no se torpedee el proceso de paz con más inestabilidad.