Hechas unas fieras, gritando consignas a todo pulmón y repartiendo tortas a diestro y siniestro. Era un enfurecido grupo de militantes del Partido Socialista de Venezuela (Psuv), que han irrumpido este miércoles 12 de abril de 2017 en la Basílica de Santa Teresa de Caracas. Ocurrió durante la eucaristía que oficiaba el cardenal Jorge Urosa Savino, al que intentaron agredir.
Nicolas. blasfemia no es que te incomoden a El Aissami. Blasfemia ha sido atacar al Cardenal Urosa y alabar a ídolo falso frente al Nazareno pic.twitter.com/rpMPK8bMF4
— MiguelÁngelRodríguez (@MiguelContigo) 12 de abril de 2017
A través de las redes sociales, se divulgaron imágenes y vídeos de lo ocurrido en el interior de la basílica.
José Manuel Olivares, diputado a la Asamblea Nacional por la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), responsabilizó al presidente Nicolás Maduro por el incidente en la iglesia y denunció que se trata del mismo grupo que en una oportunidad asaltó al Parlamento con concejales del PSUV.
Oficialistas ingresaron a #Basilica #SantaTeresa y confrontaron a opositores. Intentaron agredir al Cardenal @UrosaSabino #12A #Caracas 1pm pic.twitter.com/9UDjI4qUOi
— Mildred Manrique (@milmanrique) 12 de abril de 2017
Horas antes, el cardenal Jorge Urosa Savino había rechazado la supuesta actuación en las manifestaciones opositoras de grupos civiles armados, conocidos como «colectivos», y dijo que el gobierno de Maduro no los puede «seguir amparando», ya que, «sin duda alguna, no tienen ninguna autoridad».
«Esas bandas civiles armadas son ilegales y ciertamente incurren en delitos», manifestó en una rueda de prensa el segundo vicepresidente de la Conferencia Episcopal Venezolana.
Además, el prelado recordó que el uso de la fuerza pública en el país «está reservado a las autoridades del Estado».
Urosa, al igual que varios dirigentes opositores, ha denunciado en reiteradas oportunidades la presencia de grupos civiles armados que actúan en apoyo al gobierno nacional; sin embargo, las autoridades han desmentido los vínculos con estos supuestos grupos.
El líder religioso insistió en la «ilegalidad absoluta» e «impunidad» con la que supuestamente actúan esos grupos civiles, «siempre en apoyo a acciones o actividades del gobierno nacional».
Se refirió también a las muertes registradas en los últimos días aparentemente en manos de funcionarios de seguridad pública; una de ellas, en una de las manifestaciones opositoras celebradas en los días recientes. «Lo de las muertes es especialmente reprobable y lo rechazamos completamente», dijo.
Aseguró que el episcopado rechaza la violencia «venga de donde venga» y señaló que «no se trata de condenar un acto de violencia de un grupo o de otro», sino que cualquier tipo de violencia es «inaceptable».
«Hemos querido destacar (…) nuestro rechazo a esa represión absolutamente desmedida con la cual se ha enfrentado estas manifestaciones, que han empezado siempre con manifestaciones pacíficas pero que, luego, llegado un momento, reciben un ataque absolutamente inadecuado y exagerado».