La canciller de Alemania, Angela Merkel, ha reivindicado la unidad de Europa en sus primeras declaraciones al término de la cumbre del G-7, que ha puesto de manifiesto las diferencias con Estados Unidos, y puesto punto y final, según sus palabras, a los días de confianza plena en las relaciones bilaterales.
«Los tiempos en los que nos podíamos fiar completamente de los otros están llegando a su fin, por lo que he visto los últimos días», ha declarado la presidenta de la Unión Cristianodemócrata (CDU) en un acto junto con Horst Seehofer, líder de su partido hermanado, la Unión Cristianosocial (CSU), en Múnich.
«Y por ello solo puedo decir que nosotros, los europeos, debemos ser los dueños de nuestro propio destino», ha añadido al día siguiente de la cumbre del G7 en Taormina (Italia).
«Naturalmente» que esto se hace manteniendo una relación de amistad con Estados Unidos y Reino Unido y con los vecinos como Rusia y otros países», indicó la mandataria. «Sin embargo, debemos saber que debemos luchar nosotros mismos por nuestro futuro y nuestro destino como europeos», agregó.