Comunmente las dictaduras organizan toda una estrategia de comunicación para tapar sus fechorías, en éste caso, el gobierno sandinista pretende maquillar las cifras de muertos caídos a manos de la cruda represión de sus organismos de seguridad.
Por ello, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) informó este miércoles que solicitó al gobierno del presidente Daniel Ortega la lista oficial de fallecidos durante las protestas, luego de que este acusara al organismo de mentir e «inventarse muertos» (El tirano Daniel Ortega reconoce que los asesinos encapuchados de las protestas en Nicaragua son «policías voluntarios»).
En una entrevista para CNN en español, el presidente Daniel Ortega dijo que el Gobierno solo registra 195 muertos desde el 19 de abril, mientras que la CIDH contabiliza, al menos, 300, de los cuales el 90% serían protestantes antigubernamentales, según el secretario ejecutivo del organismo, Paulo Abrão.
«Estos datos que manejan los organismos de derechos humanos, entre ellos la CIDH, no han sido depurados ni verificados. Simplemente son denuncias que reciben y van sumando. Esta comisión (la CIDH) tiene que investigar como lo manda el acuerdo y luego llegar a conclusiones, pero él (Abrão) llega a conclusiones solo por lo que escucha», aseguró Ortega.
La CIDH informó este miércoles que «todos los pronunciamientos y datos comunicados por nuestra Secretaría Ejecutiva reflejan una posición institucional y son previamente respaldados y aprobados por la CIDH».
El organismo defendió su labor aseverando lo siguiente:
«Las cifras de personas fallecidas reflejadas por la CIDH son austeras y son resultado de una rigurosa labor técnica de monitoreo en terreno. La falta de datos oficiales transparentes y fiables dificulta esa labor».
Ante los señalamientos del presidente, la CIDH solicitó la lista actualizada de fallecidos y pidió reuniones con autoridades del Ministerio de Salud, el Instituto de Medicina Legal y el Ministerio Público, «en seguimiento a invitación pública realizada por el Gobierno para ejercicio conjunto de verificación de datos» (Leonardo Boff: «El Gobierno de Nicaragua está persiguiendo, secuestrando y asesinando a sus compatriotas»).
En su entrevista con CNN en español, Ortega instó a los organismos a realizar un trabajo «serio», porque, según él, no tienen la documentación certificada. «Depuren, certifiquen, verifiquen», insistió.
La CIDH mantiene en el país presencia a través del Mecanismo Especial de Seguimiento para Nicaragua (Meseni) y el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), que le sirven como fuentes de información.
Otros organismos de derechos humanos nacionales incluso registran más muertos, y señalan que la cifra oscila entre 300 y 448 muertos, mucho más alejada de lo que dice el Gobierno.
El Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh) contabiliza, al menos, 305 muertos, mientras que la Comisión Permanente de Derechos Humanos (CPDH) tiene registrados 300 fallecidos.
La Asociación Nicaragüense pro Derechos Humanos dice que las víctimas mortales son al menos 448.
Según Ortega, estos organismos «lo que han hecho es que los muertos que tiene el país en tiempo normal los van incluyendo en sus listas».