MADURO RICO VENEZUELA POBRE

El drama de Venezuela: ¿Por qué dan tanto asco los videos de la millonaria comida de Maduro en Estambúl?

"He pasado hasta dos días y medio sin comer. Cuando me da hambre, bebo agua. Si me empiezo a marear, me la tomo con azúcar y me acuesto"

El drama de Venezuela: ¿Por qué dan tanto asco los videos de la millonaria comida de Maduro en Estambúl?
Niños intentando alimentarse en Venezuela JY

Los venezolanos alrededor del mundo se indignaron el pasado lunes 17 de septiembre, por la publicación de una serie de vídeos en los que se muestra a un Nicolás Maduro feliz, comiendo un suculento plato de carne, en uno de los restaurantes de «Salt Bae» a quien podríamos llamarle el «chef de las estrellas», tomando en cuenta los artistas y personalidades como el rey Mohamed VI de Marruecos, Sean Combs (P. Diddy), David Beckham, Maradona y muchos otros millonarios que han disfrutado de sus servicios. (Video:La repugnante vida de lujos del dictador Maduro mientras los venezolanos sufren la peor crisis de su historia)

Los venezolanos alrededor del mundo se indignan, pero no por envidia, sino porque ven al dictador de su país dándose una vida de lujo con el dinero de los venezolanos, mientras que el país se enfrenta a una cruda y sombría realidad.

Venezuela tiene hambre, y es que según el portal World Economic Forum, el número de venezolanos infra-alimentados alcanzó los 3.7 millones (aproximadamente el 12% de la población) en el periodo 2015-2017 -los últimos datos disponibles. Son casi un millón de personas más que una década atrás y sabemos que en 2018 la situación se ha agravado enormemente.

Pero según la información destacada por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en Venezuela además de aumentar el hambre, también empeoran los indicadores relacionados con la malnutrición, se muestra también un paradójico aumento de la obesidad entre la población adulta venezolana -que pasa del 23% en el lapso 2004-2006 al 25% en los dos últimos años- y un incremento de la anemia entre mujeres en edad reproductiva, que ya es del 24%, un punto más que en el periodo anterior. (Almagro encara al régimen de Maduro: «Ni me callo ni me voy hasta que caiga la dictadura»)

Cilia y Maduro disfrutaron un plato de carne que pocas personas en el mundo podrán probar, pero el hecho de que la dirigencia chavista esté repleta de oligarcas con doble discurso o que sean totalmente incongruentes es el menor de los problema, el meollo del asunto es que mientras tanto, en Venezuela es muy común ver a niños, adultos y ancianos buscar comida de la basura, así como escuchar testimonios como el que le dio el venezolano, José Olivares a El Mundo: «He pasado hasta dos días y medio sin comer. Cuando me da hambre, bebo agua. Si me empiezo a marear, me la tomo con azúcar y me acuesto»

Lo indignante es ver al tirano feliz mientras que el informe presentado a inicios de este año por Cáritas de Venezuela se plasma que en 2017 fallecieron entre cinco y seis niños semanalmente por falta de alimentación, y que al menos 33% de la población infantil presentaba retardo en su crecimiento.

También se informó que la organización atendió a más de 3.000 niños desnutridos, sin embargo, para 2018 los inventarios de suplementos nutricionales están agotados, por lo que el grado de ayuda que puedan prestar es incierto.

Lo peor y más doloroso es que según las estimaciones de Caritas Venezuela, 280 mil niños podrían morir a causa de la desnutrición en el país en 2018 y de acuerdo al Observatorio Venezolano de la Salud (OVS), 60% de la población infantil se encuentra desnutrida.

Así mismo, según el estudio de condiciones de vida (ENCOVI) realizado el año 2017 por tres de las principales universidades de Venezuela: Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), Universidad Simón Bolívar (USB) y la Universidad Central de Venezuela (UCV), basado en una muestra nacional de 6.168 hogares, reveló que 8.130.000 venezolanos comen dos o menos veces al día. El desayuno es la comida que más se sacrifica en hogares donde el 61,2% de los encuestados asegura que se acuesta a dormir con hambre.(El dictador Maduro saquea las reservas de oro para financiar su régimen)

El informe también revela que los venezolanos ha reducido su talla y se acuestan con hambre. Un 64,3% reconoce haber perdido once kilos de peso en 2017. Y los CLAP (bolsas de comida subsidiadas) sólo llegan a 12,6 millones de personas, poco más de un tercio de la población.

Pero no solo se habla del impacto de la pésima gestión económica del país en las finanzas familiares, también es traumático ver lo empobrecidas que están las instituciones públicas en Venezuela y el pauperrimo servicio que prestan.

Mientras Maduro se fuma un habano que probablemente cueste muchos más dólares que un sueldo mínimo, los hogares públicos de salud están prácticamente en el abandono, ello quedó en evidencia en la publicación realizada por El Nacional, indicando que en 2018 se han registrado entre 25 y 30 muertes como consecuencia de desnutrición proteica, y la crisis se asentúa.(Antonio Ledezma: “Venezuela es un campo de concentración controlado por Maduro”)

En su mayoría son hombres cuyas edades oscilan entre los 25 y 60 años de edad, provenientes de hogares o centros de cuidados públicos, calabozos policiales, así como dos reportes procedentes del albergue Livia Gouverneur, de la Misión Negra Hipólita, situado en la calle Mariano Montilla con avenida Washington, en San Bernardino.

Incluso los atletas de élite venezolanos están sumergidos en la consecuencias del comunismo chavista, miembros de la selección de atletismo ha realizado denuncias a través de las redes sociales por la escasa e inadecuada alimentación que les brinda el Instituto Nacional de Deporte (IND) venezolano, ello sin mencionar las dificultades que tienen los atletas como todos los venezolanos para comprar el alimento diario.

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