Brett Kavanaugh se ha derrumbado. El nominado por el presidente Donald Trump para el Tribunal Supremo respondió ante los senadores para «limpiar» su nombre por las acusaciones de abuso sexual y negó «categóricamente» la versión expresada por su supuesta víctima, Christine Blasey Ford.
«Niego categórica e inequívocamente la alegación contra mí de la señora Ford (…). Vengo aquí a limpiar mi nombre«, aseguró Kavanaugh en su discurso inicial ante el Comité Judicial del Senado, órgano que debe recomendar o no su candidatura al resto de la cámara.
«Yo no voy a dejarme intimidar y renunciar«, dijo el juez en una declaración leída en la que también aseguró que su familia y su nombre «fueron destruidos para siempre». Y agregó: «El proceso de confirmación se ha convertido en una vergüenza nacional». (El presidente Trump respalda la candidatura a la Corte Suprema de Brett Kavanaugh, acusado de abuso sexual)
Más temprano, en la misma sala, Christine Blasey Ford expuso sus acusaciones. En la audiencia que fue transmitida en directo por televisión, la académica experta en psicología aseguró que Kavanaugh intentó violarla en una fiesta de estudiantes en 1982.
«Yo creí que me iba a violar«, dijo antes de ser interrogada ante la comisión, enumerando los detalles de aquella noche en una declaración ya preparada y leída con silencios intercalados, mientras intentaba luchar contra las lágrimas.
Interrogada ante la comisión, enumerando los detalles de aquella noche en una declaración ya preparada y leída con silencios intercalados, mientras intentaba luchar contra las lágrimas.
Al ser interrogada sobre si se podría haber equivocado sobre quién era su agresor, ella dijo que es «absolutamente» imposible que se confundiera de persona y ratificó que fue Kavanaugh quien intentó violarla. A la pregunta de cuán segura estaba de eso, ella se expresó con confianza: «De la misma forma que estoy segura de que estoy hablando con usted ahora».