El dictador Nicolás Maduro catalogó de «atropello contra los empresarios mexicanos» que distribuyen alimentos hacia Venezuela el procedimiento llevado a cabo por la Procuraduría General de la República (PGR) de México.(Otro palo a la corrupción chavista que gana dinero generando hambre con los CLAP)
«Consideramos este atropello contra empresarios mexicanos uno más de los múltiples intentos de obstaculizar los denodados esfuerzos del Gobierno Bolivariano para derrotar la guerra económica contra nuestro Pueblo, para eludir el brutal bloqueo económico y financiero que los centros imperiales de poder y sus gobiernos satélites han intentado imponer de manera ilegal contra nuestra Patria.»
En el comunicado emitido desde la cancillería venezolana, no se hizo referencia al sobreprecio que oscila del 112% al 777% sobre el precio real, ni hablaron de la baja calidad de los mismos.(Corrupción chavista: Alex Saab el empresario que se habría hecho millonario con el hambre en Venezuela)
Parece que el grito al cielo de Maduro y los suyos, es producto de que les quitan un negocio de corrupción con el cual se han hecho millonarios muchos chavistas durante los últimos 20 años.
La trama es la misma, compran mercancías con sobreprecio y cobran inmensas comisiones por asignar petrodólares a los empresarios que se presten a participar en el juego de la corrupción.(Bill Gates despotrica del comunismo y de la Venezuela chavista)
El mismo modus operandi utilizado, por ejemplo, por María Gabriel Chávez, hija del difunto expresidente de Venezuela, quien incluso, fue denunciada en la Fiscalía venezolana por estar vinculada en la importación fraudulenta de arroz y maíz.
La compra se hizo con un sobreprecio del 80% a la empresa argentina Bioart SA, de los empresarios argentinos Roberto y Eugenia Vignati, cercanos del exministro del kirchnerismo Julio De Vido, quien se encuentra preso en Argentina, pagando una condena de 5 años y 8 meses, por administración fraudulenta.
En dicha operación la «reina del arroz» como apodan a María Gabriela, causo una pérdida a Venezuela de más de €11,3 millones en el año 2014. Tal como publicó en su día ABC.
También fue la práctica empleada por el bolichico Alejandro Betancourt, quien ahora es Consejero Delegado y principal accionista de la firma de gafas españolas Hawkers, en la que invirtió €50 millones.
Betancourt y su empresa Derwick Associates acudieron en ayuda de Chávez y su Gobierno para suministrar turbinas a las centrales termoeléctricas que iban a hacer de Venezuela la primera potencia energética del mundo, según dijo el propio Chávez.
Para ello, se firmó un decreto de emergencia energética nacional, en febrero de 2010, por el expresidente bolivariano, en ese momento ya estaba en funcionamiento Derwick, claro, solo tenía 14 meses de fundada, y como era de esperarse de los chavistas, no tenía ninguna experiencia en el sector eléctrico.
Por supuesto, tal como publicara el periodista César Batiz para el diario venezolano Últimas Noticias, Derwick fue muy bien beneficiada, le fueron asignados 11 contratos para obras eléctricas sin licitación (he ahí lo oportuno del decreto de emergencia energética nacional). Así, sin mucho protocolo, estos fueron otorgados vía contratación directa, por un importe que se aproximaba a los $2.500 millones, con el mismo rigor, escasa calidad de los equipos y mucho sobreprecio.
Maduro y los demás corruptos chavistas están iracundos, pues parece que no es suficiente todo lo que le han robado a los venezolanos y la miseria en la que han hundido al país. Además, México estaría marcando un precedente para el resto de democracias del mundo, investigar a las empresas que contratan con la Venezuela chavista y así evitar males mayores.(El Alto Comisionado de la ONU acerca de la situación migratoria de Venezuela: «Es una crisis monumental»)