Brasil ya tiene nuevo presidente. El ultraderechista Jair Bolsonaro, un ex militar de 63 años nostálgico de la dictadura, se convirtió este domingo en nuevo presidente de Brasil tras vencer por un contundente 55% de los votos a Fernando Haddad, que se quedó en un 44%. El nuevo líder carioca destaca por ser un admirador confeso de Donald Trump, de ahí que haya sido bautizado como el ‘Trump de los Trópicos’, y atesora un extenso historial de declaraciones de tinte machista, racista, homofóbico y xenófobo, lo que le ha granjeado la oposición de gran parte de la comunidad internacional. El político, no obstante, cuenta con el apoyo de su mujer, Michelle de Paula, la tercera en darle el «sí quiero», según recoge informalia.
Hay que decir que antes de ella pasaron por la vida de Bolsonaro otras dos féminas. Su primera esposa fue Rogéria Bolsonaro (primera foto), con quien tiene tres hijos, Flávio, Carlos y Eduardo. El nuevo presidente brasileño dejó perlas como estas al referirse a su relación: «Nunca la golpeé. Pero tuve ganas de fusilarla varias veces», dijo. Después llegó el turno de Ana Cristina Siqueira (segunda foto), que le acusó de robar una caja fuerte y de amenazarla de muerte. Fruto de su matrimonio nació Renan.
Después de la abrupta ruptura, Jair volvió a encontrar el amor en 2007 cuando conoció a Michelle, 25 años más joven que él y quien trabajaba en el Congreso de Brasilia como asistente de otro diputado. Por aquel entonces, Bolsonaro era parlamentario en su quinta legislatura y se hizo con el fichaje de Michelle. Con el paso del tiempo, su vínculo laboral dio paso a una relación sentimental.
Aquella enorme diferencia de edad nunca fue un problema para ellos y en 2013 contrajeron matrimonio religioso frente a 150 invitados. Dos años antes llegó al mundo su primera hija en común, Laura, la quinta del político: «Tengo cinco hijos. Cuatro fueron hombres, en la quinta tuve un momento de fragilidad y vino una mujer», declaró Jair.
Hoy en día, la familia reside en Río de Janeiro, en el acomodado barrio de Barra da Tijuca, donde Michelle colabora a menudo con la iglesia Batista Atitude. Allí se la puede ver rezando de forma habitual. Además, es la encargada de traducir a lengua de signos las declaraciones de su marido en los vídeos que él difunde a través de Facebook Live.
Y es que Michelle se ha convertido en el gran apoyo de su marido en estos últimos meses y no se ha separado de él ni un momento. Tampoco cuando el político recibió una puñalada en un acto electoral celebrado el pasado 7 de septiembre. Ella le acompañó durante su ingreso en el hospital Albert Einstein y vivió la recuperación con él.
De todas formas, la brasileña se encuentra cómoda en un segundo plano y deja que los focos recaigan en su marido. Asimismo, su estilo es discreto y sus prendas preferidas son las zapatillas, los vaqueros y las blusas. Es gran seguidora de Zara. También es una apasionada del deporte y acude a diario al gimnasio Bodytech, el más popular entre la clase alta de su barrio.