La libertad de expresión está de luto en Venezuela. Una vez más. Miguel Henrique Otero ha anunciado que, desde el viernes 14 de diciembre, El Nacional dejará de ser impreso en papel. Una decisión que, según ha explicado a Periodista Digital en exclusiva, es el resultado «de los 15 años de presión recibida desde la dictadura de Venezuela». (Miguel Henrique Otero en exclusiva a PD: “El Nacional dejará de salir en papel tras 15 años de presión de la dictadura”)
Como ha logrado conocer este diario, el presidente editor de El Nacional publicará una tribuna en el diario español ABC en la que analizará el cambio en el mítico periódico venezolano. Un artículo en el que se plantea preguntas como: « ¿Ganan los enemigos de la libertad de expresión, triunfan los corruptos bolivarianos, descansan y duermen tranquilos los militares que aprovecharon sus posiciones en el poder para amasar fortunas y garantizar por décadas sus riquezas familiares?». (Maduro ahoga a «El Nacional», adiós al último periódico independiente en Venezuela)
Miguel Henrique Otero aprovecha el artículo para lanzar un mensaje claro a la dictadura venezolana: «El Nacional impreso se toma un descanso que no será prolongado ni definitivo». Por el contrario, el presidente asegura que «el Nacional no puede entonces abandonar el campo de batalla ni batirse en retirada».
En este sentido, está convencido en que «no debe jamás ni nunca ceder espacio a quienes desafían y sepultan los derechos humanos, ni mucho menos a quienes se dedican a exportar hacia el exilio a un pueblo exhausto, ahogado en mentiras y promesas cruelmente imaginadas».
El diario buscará seguir del lado de los «millones de niños a quienes se les ha expropiado el futuro y cercenado el crecimiento de sus capacidades y destrezas mediante una tortuosa estrategia de reducir a mendigos a sus padres y abuelos que, por más esfuerzos que hagan no pueden suministrarles a sus pequeños los alimentos, las medicinas y los estudios que hoy, en el siglo XXI, son obligaciones ineludibles».
Un compromiso firme que Miguel Henrique Otero sentencia con un «orgullosamente en el exilio enfrentando la dictadura, nuestra lucha no tiene fecha de vencimiento».