Producto de las sanciones implementadas por Estados Unidos a inicios del mes de febrero al régimen chavista, la petrolera estatal Petróleo de Venezuela (PDVSA) tiene más de 500 millones de dólares en barriles de crudo varados en barcos que se encuentran en la costa del país y a la espera de encontrar compradores.(A 24 horas de las sanciones de EE.UU., la petrolera rusa Lukoil suspendió sus contratos con PDVSA)
Según Bloomberg, citado por el portal Fortune, en la zona costera hay 16 buques con cargamentos que pertenecen a PDVSA, Chevron Corp., Valero Energy Corp. y Rosneft Oil Co PJSC.
Fuentes con conocimiento de la situación revelaron que compañías como Rosneft, Chevron, Total SA y Equinor SA operaron a tasas más bajas ya que se quedaron sin espacio para almacenar crudo.
Muchas refinerías y casas comerciales dependen del sistema financiero de Estados Unidos para llevar a cabo sus operaciones. Esto hace que PDVSA tenga serios problemas para encontrar compradores, al margen de países como India y China.
Sin embargo, a esos dos países Venezuela les entrega barriles de crudo en concepto de pagos por préstamos pasados.(Saqueo chavista: el dictador Nicolás Maduro extrajo 8 toneladas de oro del Banco Central de Venezuela)
Petromonagas (empresa conjunta de PDVSA-Rosneft) ya no procesa petróleo luego de haberse quedado sin espacio para almacenar su producción. Por esa misma razón, Petropiar (PDVSA-Chevron) se vio obligada a reducir su producción.
Petrocedeno (PDVSA-Total-Equinor), en tanto, se está quedando sin petróleo para procesar.
En medio de esta crítica situación, y también a raíz de las sanciones de Estados Unidos, este martes dos fuentes revelaron a la agencia Reuters que la refinadora norteamericana Citgo Petroleum Corp. está cortando formalmente los lazos con su casa matriz, la estatal PDVSA, para cumplir con las medidas impuestas por Washington.(Tras las recientes sanciones de EEUU: ¿A quién vende petróleo Maduro?)
Ejecutivos de la firma con sede en Houston establecieron como fecha límite el 26 de febrero para finalizar las relaciones corporativas con PDVSA, tras las sanciones aplicadas por el gobierno de Donald Trump para bloquear el acceso del dictador Nicolás Maduro a los ingresos petroleros de la nación y respaldar un gobierno de transición formado por el líder opositor y Juan Guaidó.