Leopoldo López observó indignado cómo el régimen de Nicolás Maduro quemaba sin remordimiento a los camiones que transportaban la ayuda humanitaria para miles de venezolanos en situación de hambruna y enfermedad. Él conoce de cerca el lado más oscuro del régimen chavista, ese que mantiene encarcelado a su hijo, Leopoldo López, por ser un promotor de la lucha a favor de la democracia. (Los sicarios del dictador Nicolás Maduro ocupan la casa del opositor Leopoldo López)
Una experiencia que le permite asegurar con seguridad que «es imposible creer en un diálogo cuando del otro lado tenemos un Gobierno que parecieran hijos putativos de Pablo Escobar. Han sido fieles a esa famosa frase de ‘Plata o plomo’: Plata, que es la que se están llevando del país; y plomo , que es lo que dan al pueblo». Así afirma en la entrevista con PD América, donde también ha analizado el regreso a Venezuela de Juan Guaidó. (Tras el anuncio de Guaidó de regresar a Venezuela, Maduro le prepara la cárcel donde lo recibirá)
«Detener al ingeniero Juan Guaidó sería un salto cuántico en los errores que ha venido realizado este régimen. A pesar de que ya se ha atrevido a poner en prisión a diputados y gobernadores, la situación se agrava aún más cuando se trata del presidente legítimo de la Asamblea Nacional y el presidente interino del país», explica López. En este sentido, asegura que dicho escenario sería una «justificación perfecta» para que ocurra una intervención militar en el país que sea capaz de recuperar la senda democrática.
A pesar de que existen dudas de la detención de Guaidó, López no olvida que «lamentablemente existen más de 500 personas que están presas por motivos políticos, a los que habrá que sumar a otros 200 de oficiales del ejército. A diferencia de antes, ya no sólo perjudican a la persona involucrada, sino que también se persigue, amenaza y se tortura a los familiares«. Sin embargo, no le sorprende ya que «es el comportamiento típico de los regímenes autocráticos, así como venía ocurriendo con Stalin, Hitler o con Franco».
López, quien explica que el ‘Socialismo del Siglo XXI’ es un regreso a la época feudal, ha aprovechado la entrevista para enviar un mensaje a Iñigo Errejón y su afirmación de que en Venezuela se puede comer tres veces al día: «A mi me encantaría que no pasease por los comedores de Miraflores (Palacio presidencial), sino por los comedores populares, esos donde tienen que comer los obreros. Aquellos en los que medio pollo a la brasa cuesta dos salarios mínimos, por lo que deben ser compartidos por, al menos, cinco personas para poder comer algo».