El régimen de Nicolás Maduro destinó una partida de 5 millones de dólares para realizar tareas de espionaje y actos de desestabilización en Colombia que podrían incluir un atentado contra el mandatario Iván Duque, reveló una investigación de un diario colombiano. (Borrell hace el ridículo máximo incapaz de reconocer que Maduro es un dictador a pesar de la insistencia de Ana Pastor )
Según publicó el diario El Tiempo citando a organismos de inteligencia, la maniobra de la dictadura chavista comenzó el 10 de agosto de 2017, cuando el Comando Estratégico Operacional de las Fuerzas Armadas de Venezuela (CEOFANB) dio la orden de desplegar «redes de inteligencia exterior en territorio colombiano, para adelantar operaciones encubiertas en torno a factores militares y amenazas provenientes de Colombia y de Estados Unidos». (La amenza de Estados Unidos a Maduro si detiene a Guaidó: «la respuesta será contundente»)
De acuerdo a la información de inteligencia, el plan chavista se intensificó a medida que el presidente colombiano Iván Duque se perfiló como uno de los líderes del bloque de países que presionan para la salida de Maduro y reconocen a Guaidó como presidente interino del país caribeño.
Evidencia recolectada por la inteligencia colombiana confirmó la intensa actividad de agentes chavistas encubiertos en el país. El Tiempo pudo por ejemplo revelar varias fotos tomadas por un agente del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebín) al embajador de Estados Unidos en Bogotá, Kevin Whitaker el 16 octubre de 2018. Las fotos, escribe el periódico colombiano, «le fueron enviadas en tiempo real a Royland Belisario, miembro del Sebín, quien estuvo en el servicio diplomático venezolano en Bogotá y ha sido visto rondando Cúcuta».
Belisario está además vinculado a Carlos Manuel Pino García, «un asesor de la misión diplomática venezolana en Caracas casado con Gloria Flórez, ex congresista del Polo Democrático y secretaria de Gobierno de la alcaldía del ex candidato presidencial Gustavo Petro, entre el 2014 y 2015», reporta el diario colombiano. Por sus vínculos con el régimen, Pino García fue expulsado en diciembre pasado, acusado de espionaje. Según El Tiempo, las autoridades judiciales tienen evidencia de que mantenía contactos con miembros de las FARC, que trabajaba para buscar apoyos a favor del régimen de Maduro y colaboraba en los seguimientos a miembros del Tribunal Supremo de Justicia Venezolano en el exilio.
Aunque Belisario y Pino García no serían que la punta más visible del iceberg. De acuerdo a El Tiempo, hay al menos 50 miembros del Sebín desplegados en al menos 8 regiones del país. Sólo en los últimos tres meses, Colombia ya ha localizado y expulsado a al menos una decena de señalados espías e infiltrados del régimen de Maduro.
No obstante, según la información de la inteligencia colombiana a la que el diario tuvo acceso, hay temores de que puedan haber ingresado aún más, infiltrados entre los más de 700 efectivos que desertaron y cruzaron a Colombia tras los desmanes ocurridos durante el fallido ingreso de ayuda al país petrolero el 23 de febrero.
Esos temores fueron confirmados por el hecho que durante la evaluación que la autoridad migratoria hizo de los antecedentes de cada una de estas personas se descubrió que al menos dos de ellos no están diciendo la verdad sobre el rango. Migración informó que, en medio de sus averiguaciones, en uno de los cuatro puentes fronterizos las autoridades colombianas detuvieron a Tania Pérez, una mujer de 28 años que dijo estar «huyendo de la dictadura de Nicolás Maduro» pero que se comprobó que «representaba un riesgo para la seguridad nacional y la de sus connacionales». De acuerdo con la institución, en realidad se trataba de una integrante de la Policía Estatal de Venezuela que quería sustraer información de los procedimientos colombianos con el fin de enviarla a Caracas para intentar frenar las deserciones. La mujer, cuyo alias es Pau Pau, debía ser explusada el viernes. No obstante, la medida fue cancelada después que ofreciera entregar información para «ayudar a restituir la democracia en Venezuela».
No es todo: el 19 de febrero, durante los preparativos del recital en la frontera, fueron capturadas cinco personas con carnés fronterizos falsos. Según un investigador citado por El Tiempo, una de ellas era miembro del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional. Todos, dijo la fuente, «‘están ligados a un programa que se llama Gran misión de hogares de la patria, que depende de la vicepresidencia venezolana'», es decir de Delcy Rodríguez.
La inteligencia colombiana también dio cuenta del modus operandi de los agentes chavistas: por un lado, el Sebín y los colectivos chavistas buscan sellar alianzas con sectores proclives a la defensa del régimen. Por otro, cada primer sábado del mes, se reúnen con miembros de la inteligencia de otros países afines a Maduro. El objetivo, según la inteligencia, es dibujar una estrategia «para crear escenarios de crisis en Colombia, como los disturbios en marchas y las acciones del Eln». Entre las acciones posibles, las autoridades mantienen la alerta sobre un posible atentado contra el presidente Iván Duque.
Frente a esta amenaza, las autoridades colombianas, junto a agencias de otros países, trabajan ahora en crear una plataforma de información que permita identificar a todos los uniformados que busquen pasar hacia Colombia.
En su lucha contra los planes chavistas, Colombia ahora contaría además con un importante aliado: según El Tiempo, Hugo «El Pollo» Carvajal, ex encargado de inteligencia y contrainteligencia de Venezuela, ya ofreció entregar información clasificada sobre los planes del régimen de Maduro en Colombia, al igual que dijo hará con Juan Guaidó.