El presidente de Chile, Sebastian Piñera no entiende las razones que han impedido a Michelle Bachellet, Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, condenar las constantes violaciones de derechos humanos en Venezula por parte del régimen de Nicolás Maduro.
“La alta comisionada Michelle Bachelet todavía no ha condenado la dictadura de Maduro por atropellar los derechos humanos en Venezuela. Eso es insuficiente, y lo digo con respeto, pero es verdad. Su antecesor, el jordano Zeid Raad al Husein, fue mucho más claro, más categórico en condenar los atropellos a los derechos humanos”, ha afirmado Piñera en una entrevista concedida al diario ‘El Mercurio’.(Contundente mensaje de Piñera a Bachelet: «Se acabó el tiempo de las reflexiones y llegó el de la acción en Venezuela»)
Toda América Latina, los miembros del Grupo de Lima, prácticamente todas las democracias del mundo le están pidiendo que cumpla el rol que le corresponda como alta comisionada, de defender los derechos humanos en un país en que son brutalmente atropellados, como en Venezuela
Piñera conoce de cerca la situación de Venezuela y basó sus declaraciones en su viaje a Cúcuta, en la frontera entre Colombia y Venezuela, donde apoyó el intento del presidente Juan Guaidó y de la comunidad internacional democrática de introducir la ayuda humanitaria estadounidense en territorio venezolano.
Piñera no admite medias tintas y ha afirmado que su labor es estar del lado de la democracia, “Quise manifestar en forma fuerte, clara y firme el apoyo de nuestro Gobierno a la causa de la libertad, la democracia y los derechos humanos en Venezuela y entregar el aporte chileno a la ayuda humanitaria que con desesperación necesita el pueblo venezolano”, ha argumentado.(El crudo vídeo con el que Miguel Bosé pidió a Michelle Bachelet defender los derechos humanos en Venezuela)
De repente me da la impresión de que algunos críticos, no todos, se alegran de que hubiera represión y quema de la ayuda, porque creen que eso me causa daño a mí.
Venezuela atraviesa una crisis política desde el 23 de enero, cuando el presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, fuese proclamado presidente tras la ilegalidad del nuevo mandato del Nicolás Maduro, quien asumió el 10 de enero para un nuevo mandato tras unas elecciones fraudulentas en las cuales no participó el grueso de la oposición venezolana y que además fueron desconocidas por la comunidad internacional.
