La vida de los ‘bolichicos‘ (la camada de nuevos ricos nacida en los tiempos chavistas) ya no es tan cómoda. Alejandro Betancourt, CEO de Hawkers y empresario vinculado al régimen de Hugo Chávez, había sido invitado como uno de los ponentes estrella en la jornada de la Escuela de Negocios y Centro Universitario (ESIC).
En concreto, sería la persona escogida para explicar la transformación de un negocio online al comercio más tradicional.
Sin embargo, en pocas horas comenzaron a circular las críticas ante el ‘caso de éxito chavista’ que se había visto beneficiado por el dinero proveniente de PDVSA. (Vídeo: Escrache en Madrid a Hawkers, la tienda de gafas «que montó un ladrón venezolano»)
Fuentes de ESIC han confirmado a Periodista Digital que “se escogió la empresa Hawkers debido a que en términos empresariales había sido un caso de éxito en el pasado y actualmente se encuentra en un proceso de transformación. En primera instancia se desestimó la realización de dicha jornada por falta de aforo e interés el día 7 de marzo. Tras la repercusión mediática que llegó a continuación nos ratificamos en la decisión de cancelar la ponencia por no introducir temáticas que vayan más allá del ámbito empresarial”. En este sentido, agregan que «no es el ejemplo que queremos transmitir a nuestros alumnos».
De ahí que, desde hace aproximadamente una semana, el empresario vinculado con la revolución chavista se encuentre expulsado del evento. (El dueño de Hawkers en la lista de corruptos venezolanos mencionada por el Secretario General de la OEA, Luis Almagro)
El ‘revolucionario’ Betancourt
Alejandro Betancourt es conocido por ser uno de los empresarios más relacionados con la dictadura venezolana. Durante 2009 y 2010 generó una gran riqueza tras dedicarse a la venta de turbinas a las centrales termoeléctricas al régimen de Hugo Chávez. Hay que recordar que el empresario que lidera Hawkers logró sumar hasta 12 contratos para obras eléctricas sin licitación en Venezuela; es decir, entregadas a dedo al empresario chavista y dotadas con un monto conservador que se acerca a los 2.500 millones de dólares.
Su entrada a España fue con dinero en mano. Según ha publicado El Mundo, Betancourt y su primo Pedro Trebbau López facilitaron su proceso migratorio con la compra de una lujosa finca llamada ‘Castillo de El Alamín’, en Santa Cruz del Retamar (Toledo).
En la investigación se indica que el español Albero Cortina (condenado en 2003 por falsedad y estafa en el caso de los Albertos) ayudó a los empresarios chavistas a esconder y proteger fondos obtenidos de los millonarios contratos adjudicados por PDVSA.
El Servicio de Prevención de Blanqueo de Capitales y la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de la Policía Nacional empezaron a investigar operaciones sospechosas de blanqueo ligadas a Betancourt en 2012. Así consta en varios informes realizados por este organismo.
Sin embargo, la investigación no prosperó y se cerró. No obstante, se ha reabierto este año después de que el pasado mes de enero el Servicio de Prevención de Blanqueo de Capitales elaborase un nuevo informe sobre transferencias de entre 50.000 y 300.000 euros, hechas entre 2014 y 2017, por una empresa panameña vinculada a Betancourt, según detallan los investigadores, y que responde al nombre de Diamond Sparkle Group Inc. Algunas de las transferencias tuvieron como destinatarias empresas españolas.