Política Internacional

El presidente de Ecuador ataca al «malcriado» de Julian Assange: «Manchaba las paredes con sus heces fecales»

El presidente de Ecuador ataca al "malcriado" de Julian Assange: "Manchaba las paredes con sus heces fecales"
Lenin Moreno y Assange

Lenín Moreno, presidente de Ecuador, ha arremetido con dureza contra Julian Assange horas después de que el fundador de Wikileaks fuera detenido en la embajada ecuatoriana de Londres. El líder político, que le retiró el asilo político que mantenía al activista allí desde hace siete años, se ha mostrado muy crítico con la higiene de Assange y le ha llamado «malcriado». ( Cristina López Schlichting recuerda quiénes apoyan a Assange para concluir que es un «pájaro de cuidado»)

«No puedes tú llegar a una casa que te acoge con afecto, que te da de comer, que te cuida y empezar a denunciar al dueño de casa. Su conducta ha sido irrespetuosa», comenzaba diciendo el presidente de Ecuador, que justificaba la decisión de permitir a la Policía británica acceder a la embajada para detener a Julian. ( Primer ministro de Australia afirmó que Assange se puede olvidar de recibir un «trato favorable» de su país)

El ataque de Lenín no se quedó ahí: «Hemos quitado el asilo a este malcriado y, ventajosamente, nos librado de una piedra en el zapato«, decía antes de desvelar algunos comportamientos de Assange: «Su conducta ha sido irrespetuosa. Para que lo sepan, ese señor, con sus heces fecales manchaba las paredes de la Embajada, la casa de los ecuatorianos, el territorio ecuatoriano en Londres», contaba el presidente, que alegaba: «La paciencia de Ecuador tiene su límite». Además, Moreno también contó que Assange incluso agredió a los guardias de seguridad de la Embajada.

Las críticas sobre el comportamiento de Assange no son nuevas. El personal diplomático se quejó hace algún tiempo de que patinaba por la noche, ponía música muy alta y se paseaba en ropa interior sin preocuparse por los demás en la pequeña mansión. Un funcionario describió su habitación de 30 metros cuadrados como un «territorio soberano dentro de un territorio soberano», al que no entraba ningún trabajador, en parte por el fuerte olor que desprendía el habitáculo. Según relataba este empleado, Assange pasaba días sin ducharse y tuvo varios problema dentales derivados de la mala higiene.

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