Dictadura en Venezuela

La fortuna en Madrid del chavista José Roberto: relojes, diamantes, puros, vinos y deportivos de lujo

La Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) incautó un auténtico tesoro a uno de los presuntos implicados en el saqueo de PDVSA

La fortuna en Madrid del chavista José Roberto: relojes, diamantes, puros, vinos y deportivos de lujo
José Roberto Rincón

El saqueo de Venezuela tiene muchos nombres, pero el de Roberto Enrique Rincón tiene un lugar reservado en una posición destacada. Nació en 1960 en un barrio obrero de la ciudad de Maracaibo, la capital de la industria petrolera, principal fuente de ingresos del país. Pronto empezó a dar sus primeros pasos en ese lucrativo sector, pero su verdadero despegue no se produjo hasta 2002, gracias a sus contactos con el régimen de Hugo Chávez. (Exclusiva PD: Los lujos y comilonas en Europa del hijo del exministro chavista de Alimentación)

A partir de ese año, se convirtió en uno de los principales proveedores de la petrolera estatal, PDVSA, mediante el pago de sobornos a la cúpula chavista. También aprovechó sus buenas relaciones con el politburó de Caracas para vaciar parte del patrimonio de la compañía más importante de Venezuela. Rincón fue detenido en 2015 en Houston y será juzgado este verano por el desvío de más de 1.000 millones de dólares de PDVSA. (Exclusiva PD: La hija ‘borrica’ del chavista Pedro Carreño gastó 31.000 euros en su máster en Madrid y sus resultados fueron nefastos)


El FBI nunca encontró todo el dinero. Sin embargo, como asegura José María Olmo en El Confidencial, la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de la Policía Nacional y la Fiscalía Anticorrupción han conseguido en los últimos meses localizar una parte en España. Lo tenía su hijo y no estaba tan escondido. José Roberto Rincón Bravo fue detenido el 6 de junio de 2018 en Madrid en la llamada operación Maraca junto a su madre, María Lila Bravo, que en esas fechas acababa de viajar desde Miami para pasar unos días con su hijo.

El capo de la familia, Roberto Rincón padre, se hizo famoso en Venezuela por su facilidad para hacer ostentación de su fortuna con mansiones, aviones, deportivos de alta gama y todo tipo de lujos. Para hacerse una idea, su casa en Houston tenía 1.400 metros cuadrados y ocho baños. Pero, en el tiempo que llevaba refugiado en España, José Roberto Rincón se había convertido en un digno portador del apellido.

Lo que halló la UDEF en el registro de las tres propiedades que José Roberto Rincón controlaba en Villarejo de Salvanés, Pozuelo de Alarcón y el barrio de Salamanca no tiene precedentes en la historia de las investigaciones de corrupción. La primera vivienda era una hacienda de 400 hectáreas, la Finca La Losilla, adquirida a través de una mercantil por 22 millones de euros procedentes presuntamente de la red de blanqueo de capitales de su padre. Los diferentes inmuebles levantados en su terreno superan los 2.000 metros construidos. Dispone de helipuerto, tentadero, varias piscinas, pista de tenis y cuadras. La propiedad es tan grande que, el día de la operación, la UDEF tuvo que recurrir a la unidad de caballería para asegurarse de que lograba bloquear todas las salidas.

Entre las paredes del edificio principal, los investigadores localizaron una colección de 37 relojes de las marcas más exclusivas del mundo, como Cartier, Bulgari, Rolex, Audemars Piguet, Jaeger-Lecoultre, Patek Philippe, Girard-Perregaux y Harry Winston. Parte de los relojes eran de María Lila, que había llegado a España con su propio joyero. En el momento de la operación, estaba montando a caballo por los terrenos de La Losilla. Solo tenía planeado pasar unos días con su hijo y su nuera, pero los expertos en delitos económicos de la Policía Nacional se sorprendieron cuando comprobaron que en sus maletas tenía un auténtico tesoro tasado en 12 millones de euros. Su cotización comercial triplica probablemente ese importe.


Solo uno de los anillos encontrados, un enorme diamante con forma de corazón, fue cuantificado por un perito gemólogo en tres millones de euros. Otro anillo, un diamante amarillo y cuadrado, tendría un precio de 2,5 millones. A esas piezas hay que sumar un “anillo con piedra [es decir, diamante] blanca grande rodeada de piedras [más diamantes] blancas pequeñas”; un “anillo circular brillante con talla tijera”; un “anillo circular brillante grueso”; un “anillo con piedra azul grande”; “un par de pendientes con piedra blanca engarzada”; “una pulsera de la marca Cartier dorada”; “pulsera rígida color plateado con piedras brillantes”; “una pulsera tipo brazalete de color plateado, rosa y dorado”; “una gargantilla con piedra brillante”; “un collar de bolas blancas [perlas] de tres filas intercaladas con bolas doradas [oro]”; “un anillo dorado Bulgari” y “una caja Montblanc con tres plumas”, entre un total de 89 objetos de altísimo valor. La UDEF necesitó 17 páginas para reflejar en las actuaciones todas las joyas intervenidas.

Los agentes también inmovilizaron en La Losilla una verdadera flota de vehículos de lujo: un MG-1600, un Shelby Cobra descapotable, un Mercedes SLS-AMG, un BMW eléctrico i8, un Ferrari, un Land Rover Defender, una motocicleta BMW… En total, más de un millón de euros solo en coches. Pero la finca era en realidad la segunda vivienda de José Roberto Rincón y su esposa.

La residencia habitual del matrimonio estaba a solo unos kilómetros de distancia, en la exclusiva urbanización de La Finca, junto a las viviendas que ocupaban Cristiano Ronaldo y Alejandro Sanz. El cantante vendió la suya en 2018 por 11 millones de euros. Cuando los policías entraron en el chalé 50 del paseo de los Lagos, descubrieron algo muy parecido a un museo. Había cuadros y esculturas por todas las estancias, incluso en la cocina.

En el sótano, José Roberto Rincón escondía una colección de numismática y estilográficas dentro de una caja fuerte. Había decenas de monedas perfectamente catalogadas. A poca distancia, los agentes se llevaron otra sorpresa. El dueño de la mansión había construido una enorme bodega en la que guardaba algunos de los vinos más selectos del mundo. Había centenares de botellas. La UDEF documentó cajas enteras apiladas de blanco Oremus Tokaji Eszencia y de tinto Pingus, un Ribera del Duero considerado el caldo más caro de España, a 1.300 euros la botella, aunque algunas añadas se pagan a más de 10.000 euros.

A José Roberto Rincón no solo le interesaba el vino. Al lado de la bodega, tenía su propia cava de puros con la temperatura y humedad idóneas para conservarlos y dos sillones para disfrutarlos. Todas las salas quedaron precintadas. Los agentes también se incautaron de decenas de joyas, relojes, plumas y dinero en efectivo en euros, libras, dólares y francos suizos. En el garaje había aún más coches: dos Land Rover, un Mercedes C220, un Nissan Qashqai...En la tercera vivienda, un domicilio en el número 26 de la calle General Oraá, en pleno barrio de Salamanca, se localizó otra colección de monedas, en este caso, ejemplares históricos de los imperios romano y bizantino, balboas de Panamá y todos los dólares acuñados por Estados Unidos desde la fundación del país, entre otras.

José Roberto Rincón y su madre se enfrentan ahora a una acusación por blanqueo de capitales presuntamente sustraídos a PDVSA mediante la trama societaria que lideraba el padre de familia. La investigación está lejos de concluir. Este viernes, la UDEF detuvo a otro de los ilustres miembros de esta red de corrupción a gran escala, el general Hugo Carvajal, máximo responsable de los servicios de inteligencia militares con Hugo Chávez. La detención se produjo a petición de Estados Unidos, que ya había logrado apresarlo en 2014 en la isla caribeña de Aruba. Aquella primera vez, Carvajal esgrimió una identidad diplomática para quedar libre y aprovechó para regresar rápidamente a Venezuela. Huyó en un ‘jet’ privado. El ‘jet’ de Roberto Rincón.

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