Estados Unidos no está tranquilo tras la traición de Vladmir Padrino López y de otros de los líderes del chavismo que se voltearon en el último momento y que dijeron que iban a apoyar a Juan Guaidó. ( Vídeo: Familiares del esbirro Vladimir Padrino se desmarcan de él y le ruegan que detenga la masacre)
A primera hora de la mañana, y sin que figurara en la agenda pública de ninguno de los reunidos, se encontraron en la sala de reuniones del estado mayor conjunto de Estados Unidos, el lugar más seguro del Pentágono, el ministro de Defensa en funciones, Patrick Shanahan, el de Exteriores, Mike Pompeo, y el consejero de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Bolton. Preguntado por el motivo de esa reunión, un portavoz del Pentágono dijo que «se discutieron opciones de intervención militar en Venezuela». (Estocada al chavismo: Bolton asegura que Padrino López y Maikel Moreno negociaron una salida de Maduro)
Se trata de la primera reunión a nivel ministerial, con presencia de algunos de los más altos mandos militares del país, para hablar claramente de una intervención de la que Donald Trump lleva advirtiendo meses. Bolton, su asesor de Seguridad Nacional, se ha convertido en el principal defensor de la necesidad de movilizar tropas después de que Maduro siga en el poder después de tres meses de presión diplomática, sanciones económicas y hasta un embargo al crudo venezolano.
Pompeo, el jefe de la diplomacia norteamericana, se reunirácara a cara con su homólogo ruso, Sergéi Lavrov, aprovechando la asistencia de ambos al Consejo del Ártico en Finlandia. El martes, Pompeo acusó a Rusia de haber frustrado un plan de huida de Nicolás Maduro a Cuba. En marzo, el Kremlin envió dos aviones militares y 100 soldados al país caribeño.
El Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos mantuvo el jueves una reunión extraordinaria para analizar la injerencia de Cuba y Rusia en la crisis venezolana. Los principales aliados de los opositores al régimen de Maduro —EE.UU., Colombia, Brasil, Argentina y Chile— han comenzado a trabajar en una declaración conjunta de condena a lo que el embajador norteamericano en esta institución, Carlos Trujillo, calificó de «intervención militar ya existente de los cubanos y los rusos en Venezuela».
Si la OEA llega a aprobar una resolución de condena a la injerencia militar extranjera de Cuba y Rusia en Venezuela, puede encargarle a EE.UU. que explore vías para proteger a los civiles de los excesos del régimen de Maduro incluso con la movilización de efectivos militares.