HAMBRE Y REPRESIÓN EN VENEZUELA

El asesinato de un general y tres militares eleva la tensión en la Venezuela chavista

El asesinato de un general y tres militares eleva la tensión en la Venezuela chavista
El general chavista Jackson Silva Zapata, asesinado a tiros en Venezuela. EP

Toido sigue en el aire (España está moral e históricamente obligada a proteger a Leopoldo López).

La muerte este 4 de mayo de 2019 de cuatro militares -entre ellos un general- y otros miembros de los cuerpos policiales venezolanos en una emboscada perpetrada por un grupo armado en el norte del país ha elevado, todavía más, la tensión por la que atraviesa Venezuela en los últimos días.

El régimen de Nicolás Maduro adjudica al “terrorismo” el asesinato, perpetrado en el norteño estado venezolano de Aragua.

El Universal, un diario que responde al chavismo, señala que los militares muertos son el general de brigada, Jackson Silva Zapata, director de la Escuela de Formación de Tropas Profesionales de la Aviación Militar de Venezuela; el sargento primero Robert León Castellano, el sargento segundo Ángel Brito y el cabo primero Robinson Vizcaya Sojo.

Los policías caídos fueron identificados como Bruno Benavides y Jesús Arraiz.

Al parecer los efectivos habían respondido a un llamado de los vecinos que hablaban de un “atentado terrorista”, y fueron emboscados por un grupo de delincuentes, de los que operan en la zona fronteriza, con drogas y contrabando.

El incidente ha coincidido con la escasa respuesta a la llamada del presidente del Parlamento venezolano, Juan Guaidó, a los ciudadanos contrarios al régimen establecido para que se congregaran a las puertas de los destacamentos militares con el objetivo de pedir a los militares, nuevamente, que desobedecieran al actual presidente del país, Nicolás Maduro.

Al mismo tiempo, Maduro aprovechó la iniciativa de Guaidó para visitar algunos cuarteles de la capital y exigir lealtad y reforzar su imagen entre la tropa.

El grupo más numeroso de antichavistas se dirigió hacia el puesto de control militar de la residencia presidencial La Casona, que hace años no ocupa ningún mandatario, donde fueron bloqueados por un piquete de policías que cortaron el paso equipados con material antidisturbios.

Allí, los manifestantes, la mayoría de ellos de avanzada edad, intentaron dialogar y entregar el documento de la Ley de Amnistía aprobada por la Asamblea Nacional, de mayoría opositora, que garantiza a policías y militares el perdón jurídico si se rebelan contra Maduro.

Tras una breve espera, se unieron al grupo de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) miembros de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB, policía militarizada) también con equipos antidisturbios y algunos con máscaras antigas. El comandante del grupo de la GNB recibió el documento y posteriormente lo quemó mientras afirmaba que los militares no iban a traicionar su deber.

En otro punto del oeste de Caracas, en las cercanías del comando general de la GNB, una cincuentena de manifestantes acudió a la convocatoria de Guaidó y gritó consignas contra el Gobierno de Maduro antes de que un representante del grupo leyera, a unos metros de distancia, el mensaje-petición del dirigente opositor.

En el mismo, el jefe del Parlamento alertaba a los militares de que la situación de Venezuela es insostenible, y les instaba a tomar parte de su reclamo por el poder. «El momento es ahora», dijo Guaidó en su mensaje, que calificó como «venezolanista y patriótico».

Quien sí pudo llevar su mensaje a la tropa fue Maduro, que al mismo tiempo visitó un centro de adiestramiento en el estado de Cojedes (noroeste) y estuvo acompañado por el ministro de Defensa, Vladimir Padrino, y el comandante de la GNB, Jesús Suárez Chourio.

«No somos un país débil ni desvalido, somos un país con una poderosa Fuerza Armada Nacional Bolivariana que debe esta cada vez más unida, más cohesionada y más leal que nunca», dijo Maduro en su mensaje a una tropa que escuchaba acuclillada y repitiendo el lema «leales siempre, traidores nunca».

Aseguró que esa unión es necesaria pues «hay un imperio norteamericano que pretende gobernar toda la América» y ha levantado la bandera de la doctrina Monroe. Por eso, pidió a las autoridades de la base que los cadetes estudien esa doctrina, sintetizada en la frase de «América para los americanos», y aseguró que las alternativas son «Monroe o Bolívar; o el imperio yanqui o la Venezuela chavista».

Maduro también pidió a los cadetes que estuviesen atentos a «los vendepatrias, los traidores y los quintacolumnas» y que tengan una lealtad «activa». Asimismo, consideró que «un puñado de traidores», como califica a los cerca de 40 uniformados que apoyaron el pasado martes a Guaidó en un efímero levantamiento militar, no pueden terminar con «la cohesión» de la Fuerza Armada que, hoy, lo sigue reconociendo como su legítimo comandante en jefe.

Mientras tanto, la violencia criminal sigue aumentando en Venezuela, un país que padece una «epidemia» al respecto, según la ONG Observatorio Venezolano de Violencia (OVV), que en 2018 calculó en 23.047 las personas muertas en hechos violentos -la mayoría de ellos cometidos con armas de fuego-.

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