Mario Marín Torres fue uno de los gobernadores más poderosos del país y también fue uno de los más temidos tanto por sus ciudadanos como por los profesionales de la prensa. Fue el titular del Ejecutivo en Puebla de 2005 a 2011. Su gestión no estuvo exenta de acusaciones de tráfico de influencias y desvío de fondos. (Narcoterror en México: Dejan un cuerpo descuartizado, decapitado y con narcomanta)
Junto con el empresario Kamel Nacif protagonizó hace 13 años uno de los escándalos más sonados en el país, luego que la escritora Lydia Cacho publicara el libro Los demonios del edén en el que destapaba una red de pederastia que operaba en el estado de Quintana Roo y con la que relacionaba a Nacif. (Mata a un turista en México y un mes después usa la tarjeta de crédito de la víctima en EEUU)
Un sobre entregado en el diario mexicano La Jornada, incluía una serie de grabaciones entre el político y el empresario en las que el segundo estaba molesto por la publicación del libro y lo que ahí se decía de él.
Las grabaciones fueron hechas en la víspera de Navidad de 2005. Cuando llegaron a las instalaciones del diario, la juez local, Rosa Cecilia Pérez, había dictado auto de formal prisión en contra de la autora , quien había sido trasladada por carretera desde Quintana Roo a Puebla durante un recorrido en el que fue víctima de tortura psicológica y de tocamientos además de amenazas de muerte cuando fue detenida por 10 personas justo meses después de publicar su libro.
Mi nombre es Lydia Cacho, soy periodista, defensora de los Derechos Humanos y no me voy a rendir hasta que se haga justicia. Porque este caso de delincuencia organizada y pornografía infantil es de todo el país. Video ?? pic.twitter.com/UfBLbDy4TX
— Lydia Cacho (@lydiacachosi) 16 de abril de 2019
En la transcripción de una de las llamadas entre los dos personajes se puede leer:
-Quiúbole, Kamel.
-¿Te la vas a echar? Pues entonces te voy a mandar dos, no una.
-Mi gober precioso.
-Mi héroe, chingao.
-No, tú eres el héroe de esta película, papá.
-Pues ya ayer le acabé de darle un pinche coscorrón a esta vieja cabrona -Cacho-. Le dije que aquí en Puebla se respeta la ley y no hay impunidad y quien comete un delito se llama delincuente. Y que no se quiera hacer la víctima y no quiera estar aprovechando para hacerse publicidad. Ya le mandé un mensaje a ver cómo nos contesta. Pero es que nos ha estado jode y jode, así que se lleve su coscorrón y que aprendan otros y otras.
-Ya sé, y es que estos cabrones siguen sacando mamadas y mamadas. Pero yo hice una declaración. Fui a la televisión.
-Ah, qué bueno. ¿Allá en México o acá en Puebla?
-Aquí, pero dijeron que la iban a mandar allá. Salió aquí. Y yo en el Milenio le dije, si lo quieres leer, le dije, pues al señor gobernador no le tembló la mano.
-Ni nos tiembla ni nos temblará.
-Pinche bola de ratas. ¿Qué han hecho? Qué asquerosidad es esto, ¿eh?
-No, se sienten Dios en el poder.
-Así es. Yo te hablé para darte las gracias. Sé que te metí en un problema pero…
-No’mbre, a mí me gustan esos temas. Coincido contigo en que, jijos de la chingada, en esos temas… digo… no somos santos, desde luego, pero si alguien tiene pruebas que las presente. Y si no que se calle la boca.
-Oye, pero en algo tan vergonzoso, mi distinguido. Porque es vergonzoso.
-Así es.
-Y yo para darte las gracias te tengo aquí una botella bellísima de un coñac que no sé adónde te la mando.
-Pues a Casa Puebla.
-Yo te la quería dar personalmente, pero estás todo ocupado.
-Mándamela a Casa Aguayo, para echármela.
En una entrevista a nivel nacional, Marín negó que su voz haya sido la de la grabación y aseguró que la conversación había sido editada.
Ese no sería el único escándalo que lo involucraría con menores de edad. En 2010, la periodista Carmen Aristegui hizo públicos unos audios que revelaron una relación amorosa que sostuvo en 1999 con una joven de 16 años conocida como «Jessica Z», lo que lo haría presuntamente responsable del delito de estupro al haber mantenido relaciones sexuales con una menor de edad.
La joven era edecán de una empresa cervecera y se habrían conocido en un partido de béisbol. La relación habría durado casi dos años.
Marín también fue acusado de desviar recursos del erario, de beneficiar a su familia y a sus amigos cercanos con obras públicas, pero, también, de rendir culto a la personalidad al inaugurar una serie de obras que llevaban su nombre o el de su esposa.
Lejos de la protección del partido político que lo cobijara durante décadas, el Revolucionario Institucional (PRI), Marín junto con Nacif es ahora un prófugo de la justicia buscado por la Interpol en 190 países.
La orden de búsqueda internacional fue librada desde el 11 de abril, cuando un tribunal unitario ordenó su aprehensión, así como la del empresario Kamel Nacif, por los actos cometidos en contra de Lydia Cacho.
«El mismo día en que tuvimos la orden de aprehensión que nosotros pedimos, se emitió la ficha roja, quien haya dicho lo contrario no está diciendo la verdad», explicó el fiscal general Alejandro Gertz Manero.