El parlamento venezolano, liderado por el presidente interino Juan Guaidó están buscando una opción militar real para combatir a la dictadura.
Una de ellas es el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR), fue firmado en 1947 en Río de Janeiro, Brasil, en un intento de conformar un mecanismo defensivo mutuo que pudiera ser invocado por cualquier país del continente ante el ataque a cualquiera de sus miembros.
Fue uno de los primeros acuerdos defensivos surgidos tras la Segunda Guerra Mundial, adelantándose por dos años al Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
Inicialmente fue firmado por 21 naciones de todo el continente, incluyendo a Argentina, Brasil, Estados Unidos y México, aunque algunos países lo han abandonado en los últimos tiempos tras numerosas instancias en las que no fue aplicado, perdiendo entonces su legitimidad.
Mañana vamos a la Asamblea Nacional a seguir trabajando por Venezuela.
Nuestra ruta comenzó desde el parlamento gracias a la voluntad mayoritaria del pueblo venezolano. Vamos a continuar ejerciendo nuestro compromiso por la Libertad desde los espacios que nos pertenecen. pic.twitter.com/XFrnFLfgeo
— Juan Guaidó (@jguaido) 7 de mayo de 2019
Venezuela dejó el TIAR en 2012, junto a Ecuador, Bolivia, Cuba y Nicaragua, pero la Asamblea Nacional, controlada por la oposición y declarada en desacato por el régimen de Nicolás Maduro, se prepara para volver a ratificar el tratado para que el presidente encargado electo por esa cámara, Juan Guaidó, lo invoque en un intento de provocar una intervención militar en el país.
Guaidó es considerado el presidente legítimo de Venezuela por unos 50 países del mundo, mientras que otros tantos siguen respaldando a Maduro, por lo que la ratificación y aplicación del tratado se haría en base a esta autoridad.
El principal artículo del TIAR es el 3.1 que establece que «un ataque armado por cualquier Estado contra un País Americano, será considerado como un ataque contra todos los Países Americanos, y en consecuencia, cada una de las Partes Contratantes se compromete a ayudar a hacer frente al ataque en ejercicio del derecho inmanente de legítima defensa individual o colectiva que reconoce el Artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas».
De esta manera, Guaidó y la Asamblea Nacional planean invocar el TIAR ante un ataque del régimen de Maduro contra su autoridad legitima. Esto permitiría una serie de acciones coordinadas de parte de los firmantes del tratado contra los líderes chavistas, desde la ruptura de las relaciones diplomáticas y las sanciones económicas, hasta una posible intervención militar en defensa del gobierno de Guaidó.
Pero no sería inmediato. Guiadó debe primero volver a firmar la adhesión de Venezuela al TIAR, invocando su presunta legitimidad como presidente. Luego esto debe ser ratificado por la Asamblea Nacional, y finalmente debe llegar a la Organización de los Estados Americanos (OEA).
No se prevé, sin embargo, que haya obstáculos políticos, ya que la mayoría de los miembros del TIAR han reconocido ya ha Guaidó como presidente legítimo.
Pero aún cuando la vuelta de Venezuela pueda lograrse fácilmente, la aplicación del artículo 3.1 no lo es tanto y requiere de una reunión entre los cancilleres de los países miembros.
Hasta el momento Venezuela, Ecuador, Bolivia, Nicaragua y México han abandonado el TIAR, que persiste con 17 miembros: Argentina, Brasil, Chile
Colombia, Costa Rica, Estados Unidos, El Salvador, Guatemala, Haití, Honduras, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Uruguay, Trinidad y Tobago y Bahamas.