Dictadura en Venezuela

La dictadura chavista admite la presencia del grupo terrorista ELN en Venezuela

Un escueto documento del alto mando militar chavista evita referirse a la ocupación de parte de su territorio por parte de la guerrilla.

La dictadura chavista admite la presencia del grupo terrorista ELN en Venezuela
ELN en Colombia

El Ministerio de la Defensa y el Comando General de las Fuerzas Militares de Colombia (FMC) publicaron un comunicado, el 8 de mayo, denunciando la violación de su territorio por 30 unidades militares venezolanas el pasado lunes, en el sector de «El Hueco», que hace parte del caserío de San Faustino, zona rural de Cúcuta. Y ese mismo día, el general Luis Fernando Navarro, comandante de las FMC, aseguró que el Ejército de Liberación Nacional (ELN) tiene en Venezuela al 45% de sus guerrilleros, una denuncia que destacó no es nueva. ( Los terroristas del ELN amenazan con matar a los manifestantes pro Juan Guaidó )

El general, al presentar los resultados de la «Operación Orión», de lucha contra el narcotráfico, precisó que «por cálculos, especialmente de los frentes que delinquen en zona limítrofe de Colombia con Venezuela, allá permanecen esas estructuras y sus cabecillas y podemos estar hablando de unos 1.000 o 1.100 hombres». ( Los grupos terroristas colombianos ELN y FARC reclutan a venezolanos para engrosar sus filas)

Mencionó, entre los integrantes del Comando Central (COCE) y de la Dirección Nacional del ELN que estarían en Venezuela, a uno de los más reacios a las conversaciones de paz: Gustavo Aníbal Giraldo, alias «Pablito», quien permanece en el estado de Apure y quien consideró «acción legítima contra las fuerzas militares» el atentado con coche bomba cometido por el ELN el 17 de enero contra una Escuela de Oficiales de la Policía en Bogotá, que dejó 22 cadetes muertos y 66 heridos.

La respuesta de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana fue un escueto comunicado, suscrito por el ministro de la Defensa de Venezuela, G/J Vladimir Padrino López, en el cual destacan varios aspectos, además de negar rotundamente que haya ocurrido la violación territorial por parte de unidades militares venezolanas. Y en eso el titular castrense pudiera tener razón, tomando en consideración la delicada situación interna que hay en la Fuerza Armada desde hace tiempo, y que desde enero les impide a los militares venezolanos cualquier cercanía con la línea fronteriza, sin previa autorización.

Lo insólito es la respuesta castrense ante la presencia del Ejército de Liberación Nacional (ELN) en territorio venezolano. «Estas afirmaciones no son otra cosa que un subterfugio para intentar desplazar hacia Venezuela la responsabilidad de los nefastos efectos del conflicto político, social y económico que padece Colombia desde hace ya más de siete décadas».

La excusa del ministro es que la denuncia de las autoridades colombianas «forma parte del libreto impuesto desde el imperio norteamericano, que con actitud genuflexa asume la oligarquía colombiana, caracterizada históricamente por su agresiva política exterior en contra de Venezuela. Pretenden llevar a cabo una escalada mediática complementada con falsos positivos, que deliberadamente está alineada con las recientes declaraciones y visitas de funcionarios del gobierno de los estados unidos a ese país».

Destaca que son una Fuerza Armada con vocación «eminentemente pacifista, humanista y respetuosa de las leyes» y que solo ha cruzado las fronteras para exportar libertad a otras naciones, entre ellas Colombia.

Y finaliza diciendo que es inquebrantable la voluntad que tienen de defender la soberanía e independencia de la nación «ante amenazas de cualquier naturaleza, sea cual sea su procedencia«.

El ELN sí está

Ni una palabra en el comunicado que responda al señalamiento de la presencia en Venezuela de la guerrilla colombiana, ni siquiera porque el jefe militar del vecino país destaca el caso de alias «Pablito».

Lo que demuestra el escueto documento de la Fuerza Armada del país caribeño es que no se atreven a negar que hay presencia del ELN en territorio venezolano y no solo en Apure, como dicen las autoridades colombianas, porque hay testimonios y claras evidencias de la presencia también de la guerrilla colombiana en Táchira, Zulia, Bolívar, Barinas y hasta en Caracas.

La Fuerza Armada de Venezuela ha sido víctima de la guerrilla y muestra de ello es que hay varios oficiales muertos a manos de esos irregulares. El 10 de marzo 2012, el ELN asesinó en Baritalia del estado Táchira al primer teniente Jackson Ruiz Niño y al sargento segundo Nelson Jhoan Gómez Ortega, dejando herido al sargento primero Juan Carlos Pereira Amaya.

En febrero 2017, en horas de la noche, unos 60 hombres, que se identificaron como miembros de las Fuerzas Revolucionarias de Colombia (FARC), tomaron por asalto el Puesto de Comando Fluvial (PCF), en el sector «El Suspiro». Además de destrozar el Puesto de Comando Fluvial, se llevaron los teléfonos celulares de los militares, tres fusiles AK-103, con sus tres cargadores y treinta cartuchos, de los seriales: 071630659, 071665676, 071630815. Los irregulares les dijeron a los militares que si querían que les devolvieran las armas, debían entregarles las dos embarcaciones con su respectiva carga que el Comando DF-632 les había incautado en el Puesto de Comando Fluvial «El Suspiro» de la GNB.

Tampoco se atreve el Ministro de la Defensa a mencionar dónde está Luis Felipe Ortega Bernal, alias «Garganta», comandante del grupo que asesinó a los sargentos primero de la Guardia Nacional Alfredo Antonio Zolano Guevara, Robert José Artahona Díaz y José Jean Pierre Martínez, en el sector Picatonal, municipio Átures, del estado Amazonas.

Ni se le ocurre mencionar el comunicado que el 2 de agosto de 2018 una comisión de la Asamblea Nacional se trasladó hasta la isla de Anacoco a hacer presencia en un acto de soberanía. Se encontraron en plena vía una alcabala del Ejército de Liberación Nacional (ELN) de Colombia. Los diputados Williams Dávila, Freddy Valera, Sergio Vergara, Francisco Sucre, Teodoro Campos y Luis Silva fueron víctimas y testigos del hecho.

Se le olvidó a la FANB mencionar que el 27 de septiembre de 2018 el alcalde del municipio Colón del Zulia, Bladimir Labrador Mendoza, convocó a los productores de la zona para la instalación del Comité Agrícola del Sur del Lago. Y ahí la alcaldesa del municipio Jesús María Semprún, Keyrineth Fernández, acompañada del comandante Eliécer del Ejército de Liberación Nacional, a quien presentó como productor de palma aceitera. Él fue reconocido por los productores de la zona como el comandante del grupo del ELN, que el 19 de julio de 2018 asesinó al teniente (Ej) Roberto Ultin González, en Puente de Casa de Tubo.

Tampoco aparece en la respuesta del Ministro a Colombia que el 5 de agosto 2018, cerca del puente «La Repelona», estalló una de las minas sembradas por el ELN, matando al sargento segundo Brayan Alexander Acosta Fruto e hiriendo al primer teniente Junior Javier Hernández Viloria y al SM3 Julio Cesar Soto Amaya, del 121 batallón de infantería motorizada Venezuela.

Estos son solo algunos de los casos de agresión de la guerrilla contra funcionarios de la Fuerza Armada en territorio venezolano.

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