El régimen cubano comenzó a racionar la venta de pollo, huevo, arroz, frijoles, jabón y otros productos básicos debido a la grave crisis económica que enfrenta el país, informaron las autoridades. (La historia criminal de los «colectivos» chavistas: De Cuba y Podemos a las armas y drogas)
Se aplicarán diversas formas de distribución para hacer frente a la escasez, indicó el viernes la ministra de Comercio Interior, Betsy Díaz Velázquez, en una comparecencia en la televisión cubana. La funcionaria culpó del problema al endurecimiento del embargo por parte del presidente Donald Trump, que obligaba a buscar alimentos y suministros en mercados más alejados. (Colombia y EEUU condenarán en la OEA que Rusia y Cuba mantengan al dictador Maduro)
Los economistas consideran que también se debe a una caída en la ayuda desde Venezuela mientras el régimen reconoce que la industria local es insuficiente.
«Nosotros llamamos a la calma», dijo la ministra. «Es un producto que tiene aseguramiento desde la producción nacional y un complemento desde las importaciones».
Díaz explicó que se busca una distribución racional y que la regulación de las cantidades de mercancía que cada persona pueda comprar permita enfrentar a los acaparadores o los revendedores que llegan a las tiendas y adquieren todo dejando a la mayoría de la población sin nada.
Las tiendas minorista de alimentos en Cuba son del Estado y venden productos cuyos precios oscilan desde los altamente subsidiados hasta los enormemente caros según los estándares globales.
La ministra dijo que el jabón, los huevos, el arroz, los frijoles, las lentejas y las salchichas se venderá en cantidades limitadas, todos productos baratos. Los bienes caros parecen no haber sido afectados, salvo el pollo.
Cuba importa unos 2.000 millones de dólares en alimentos y la escasez breve o intermitente de productos fue común durante años, pero en los últimos meses un número creciente de productos comenzó a desaparecer durante días o semanas. En los comercios pueden verse estantería vacías o largas colas. A veces la mercancía se termina cuando aún hay personas en las filas, ocasionando quejas.
«El país atraviesa un momento difícil… Es una medida correcta. A favor del pueblo porque si no vienen los acaparadores», dijo a la AP, Lázara García, una empleada de una fábrica de tabaco de 56 años y quien indicó que gracias a ello había podido conseguir paquetes de salchichas luego de haber salido de su trabajo.
En tienda en la cual compró en el centro de La Habana, los dependientes recibieron el viernes una circular limitando la oferta varios productos por persona: por ejemplo, cuatro paquetes de salchichas por comprador, igual cantidad de bolsas de leche en polvo y cinco de chícharos.
Otros ciudadanos consideraron que la medida de racionar no era suficiente.
«Lo que necesita el país es producir, que lo hagan producir, que haya mercancías, así es como se bajan las colas», expresó Manuel Ordoñez, un pequeño emprendedor de 43 años.
En meses anteriores, sin que se informara pero de manera práctica, se limitaron las cantidades de botellas de aceite o jabón que cada comprador podía adquirir, pero las medidas de Díaz parecen generalizar el mecanismo a otros básicos.
Desde los años 60 todos los cubanos tienen una «libreta de abastecimiento» por núcleo familiar desde la cual se distribuyen productos de manera casi gratuita que incluyen un litro de litro de leche por niño hasta los siete años, azúcar, huevos, arroz, sal o café, entre otros. Sin embargo, en los últimos años las cantidades o productos salieron de ese mecanismo para sumarse a los que se venden «liberados» en tiendas estatales en cualquiera de las dos monedas existentes en la isla.
Para el caso del pollo, por ejemplo, Díaz dijo que se venderán solo cinco kilos por persona o dos paquetes, pero ya no se ofertarán cajas completas.
La medida reguladora tendrá impacto entre los propietarios de los negocios privados abiertos al calor de las reformas del ex presidente Raúl Castro, que deben adquirir sus insumos en estas tiendas minoristas a falta de mercado mayorista.
Las autoridades indicaron que en los meses previos, además de las dificultades con las importaciones –como el pollo– se enfrentaron bajas en la producción de huevos o carne de cerdo, base de la alimentación en la isla.