Afirma Daniel Lozano en ‘El Mundo’, este 21 de mayo de 2019, que la tribuna escrita en 2004 por Raúl Morodo para El País con motivo de la visita de Hugo Chávez a España, va hoy más allá de la polémica que ya produjo en su día el fervor revolucionario del embajador en Caracas del inefable José Luis Rodríguez Zapatero (La burla del dictador Maduro: propone adelantar las elecciones al Parlamento que lidera Juan Guaidó).
Y añade:
«El tiempo se ha encargado de incluir a Morodo en el círculo de amigos, defensores, asesores y portavoces españoles de la revolución bolivariana, ensanchado gracias al uso indiscriminado de su petrodiplomacia y del millonario presupuesto para unos y otros».
El ex embajador de Zapatero en Caracas Raúl Morodo y su hijo Alejo fueron el objetivo de la UDEF el pasado 21 de mayo de 2019 (Los militares que mantenían al chavismo en el poder van abandonando el barco de Nicolás Maduro).
El despacho en el que trabajaban en la calle Fortuny de Madrid fue registrado debido a que el inmueble fue utilizado para blanquear cerca de cuatro millones de euros procedentes de PDVSA, la petrolera venezolana.(El hijo del ‘enchufe’ de los empresarios chavistas en PDVSA abre un restaurante en Madrid)
«El bufete del hijo del exembajador en Caracas entre 2004 y 2007 contrató con esa sociedad servicios ficticios de asesoría legal a unos precios astronómicos, en concreto por un monto global de cuatro millones y medio de euros, según la Fiscalía Anticorrupción».
Según reseñan Pablo Muñoz y Cruz Morcillo en ABC, el primero de esos contratos de asesoría se firmó apenas unos meses después de que Morodo dejara la embajada, aunque posteriomente se sucedieron varios más hasta el año 2013.(Experto denuncia que Maduro entregó PDVSA a los Castro: «Pdvsa, cómo y cuándo la mataron»)
En algunos de ellos se utilizó una sociedad instrumental panameña para hacer opacas las transacciones económicas. La Udef sostiene que el principal implicado en esta trama es el exembajador, al que sin embargo no se detuvo en atención a su edad (84 años), aunque tendrá que declarar ante el juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz. Los arrestados son su hijo Alejo y otras tres personas vinculadas, alguna venezolana.
Los registros
Fue en la mañana del pasado lunes cuando los agentes procedieron a las detenciones y a realizar ocho registros, entre ellos, además del bufete, el de la vivienda de Raúl Morodo y del resto de los sospechosos.
Los delitos que se le atribuyen a los implicados son blanqueo de dinero procedente de corrupción, falsedad documental y delito fiscal.
Según las investigaciones, los contactos realizados por Raul Morodo en su etapa como embajador de España en Venezuela durante el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero fuero claves para la firma de los contratos, aunque el ABC señala que «habrá que esperar a las declaraciones y al resultado del análisis de la documentación intervenida para poder aquilatar estas sospechas».
El exembajador fue quien presentó a Rafael Ramírez, presidente de la petrolera estatal, a su hijo Alejo, y a lo largo de su trayectoria en Caracas mantuvo una sorprendente cercanía con el régimen chavista.
La trama
La mayor parte de los 4,5 millones de euros de PDVSA habrían sido derivados por esta trama a través de una sociedad pantalla panameña, Furnival Barristers Corporation, que tiene cuenta en Suiza. La firma que está a nombre de «hombres de paja» pero que en realidad está controlada por Alejo Morodo.
El resto se hizo utilizando bufete de los Morodo, Aequitas Abogados y Consultores Asociados, S.L., que además de en Madrid tiene actividad en Portugal, donde también fue embajador.(Tres venezolanos desvelan conflicto entre mafias chavistas y evitan fraude de USD 10.000 millones a PDVSA)
«El dinero pasaba por un conglomerado de empresas para evitar que se pudiera seguir el rastro y acababa siendo utilizado en inversiones inmobiliarias. El objeto formal de alguno de los contratos, en concreto el firmado en agosto de 2008, era ‘la asesoría a la compañía del despacho de abogados de Alejo Morodo en sus actividades en España y Portugal para el continente europeo’. Lo más sorprendente es que en aquellas fechas PDVSA no sólo no tenía actividad alguna en esos dos países, sino que tampoco estaba en sus previsiones tenerla… Por esos servicios fantasma el bufete se embolsó unos 800.000 euros».
Profesor de Derecho Constitucional, Morodo fue nombrado embajador de España en Venezuela en julio de 2004, en la primera legislatura del socialista José Luis Rodríguez Zapatero. Con anterioridad fue embajador en Portugal, diputado europeo por el CDS, vicepresidente de la Internacional Liberal y Progresista y embajador ante la Unesco.
Todo ello después de haber fundado en el franquismo, en la clandestinidad, el Partido Socialista Popular (PSP) con Enrique Tierno Galván, que acabó uniéndose al PSOE de Felipe González.