La filtración de unas fotografías han vuelto a mostrar el lado más cruel de la dictadura venezolana. En las redes sociales han circulado las imágenes del reportero gráfico Jesús Medina, quien se encuentra detenido en la cárcel militar de Ramo Verde, en Caracas, desde hace nueve meses. (El narcogeneral chavista Hugo Carvajal confiesa quién está detrás de los fraudes electorales en Venezuela)
En las fotos el comunicador se encuentra en una celda de castigo, conocida como «El Tigrito». Según consigna el portal El Pitazo, las imágenes habrían sido filtradas por los custodios de Medina. (Detienen al hijo del exembajador de Zapatero en Venezuela por el blanqueo de 4 millones de PDVSA)
Desde que fue recluido en esa prisión militar, el reportero gráfico perdió diez kilos y sufrió severos estados de depresión, de acuerdo a lo denunciado por sus colegas.
Las imágenes circularon dos días después de que el Comité para la Protección de los Periodistas y Human Rights Watch exigieran al régimen de Nicolás Maduro la liberación de Medina.
«Las autoridades venezolanas deberían liberar inmediatamente a Jesús Medina, quien se encuentra arbitrariamente detenido desde hace casi nueve meses por su trabajo periodístico», señalaron el pasado martes los organismos internacionales.
El 29 de agosto de 2018, agentes del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN) detuvieron a Medina, que ejercía como fotoperiodista para varios medios. El Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa señaló que formaba parte de un equipo de periodistas que trabajaba en un proyecto de investigación en el hospital de Caracas.
«Las autoridades venezolanas deberían desistir de inmediato de los cargos absurdos contra Jesús Medina y dejar de buscar pretextos para prolongar su detención preventiva», expresó Natalie Southwick, coordinadora para América Central y del Sur del CPJ.
«Encarcelar a periodistas y criminalizar al periodismo no pondrá fin a la profunda crisis que atraviesa Venezuela, ni la ocultará del mundo», agregó.
El 31 de agosto, Medina fue acusado de varios delitos, incluidos los de incitación al odio, lucro ilegal en actos de la administración pública y asociación para delinquir, señaló un abogado que integra el equipo que asumió su defensa y pertenece a la organización de derechos humanos venezolana Foro Penal.
Su audiencia estaba prevista, en principio, para este jueves. Tal como lo señala Human Rights Watch, «conforme al derecho venezolano, la audiencia preliminar de Medina debería haberse realizado dentro de los primeros 45 días». No obstante, la misma «ha sido postergada ocho veces, más recientemente el 2 de mayo».
«En seis ocasiones, la postergación se debió a que el tribunal no había emitido la orden para que Medina fuera trasladado a tiempo desde la cárcel hasta el tribunal, y la audiencia no pudo realizarse sin su presencia (…) En las otras dos instancias, el tribunal no había pedido el expediente a la sala de apelaciones, donde se encontraba, y esto también impidió que se realizara la audiencia».