El pasado 30 de abril de 2019, cuando el presidente interino Juan Guaidó y un conjunto de militares intentaron derrocar al dictador Nicolás Maduro con el apoyo de las Fuerzas Armada venezolanas, hubo un participante en las conversaciones que hasta ahora nadie conocía, y era el empresario chavista Raúl Gorrín.(Este es Raúl Gorrín, el magnate que lavaba millones de dólares junto a un exguardaespaldas de Hugo Chávez)
Según ha publicado The Wall Street Journal, miembros de la oposición consideraron apoyarse en Gorrín por sus estrechos vínculos con tres figuras clave del régimen: el Presidente de la Corte Suprema de Justicia Maikel Moreno, el Ministro de Defensa Vladimir Padrino y el General Iván Hernández, jefe de la contrainteligencia militar.
El pasado lunes 27 de mayo el Journal explicó que Gorrín habría sido el responsable de proponer a la triada una oferta simple: a cambio de ayudar a los líderes de la oposición a derrocar a Maduro, Estados Unidos, como contrapartida, levantarían las sanciones que se les habían impuesto por presuntos actos de corrupción y abusos de derechos. De este modo, podrían viajar libremente y recuperar el acceso a su dinero embargado por las autoridades norteamericanas.
Pese al fallido intento, funcionarios estadounidenses y líderes de la oposición dicen que las sanciones estadounidenses contra más de 100 funcionarios venezolanos han logrado tentar a partidarios del régimen a entablar negociaciones con la oposición. «Hemos estado enviando mensajes públicos y repetidos a los integrantes del régimen de que estamos absolutamente dispuestos a eliminar las sanciones a cualquier persona que ayude a restaurar la democracia en Venezuela«, dijo Elliott Abrams, enviado especial de Estados Unidos para Venezuela.(El chavismo llama a los grupos paramilitares para frenar el alzamiento militar de Guaidó)
Gorrín se involucró en el complot motivado por su deseo de limpiar su imagen ante la justicia estadounidense, dijo el WSJ citando a «gente que lo conoce».
El empresario afín al chavismo está acusado de lavado de dinero, conspiración y sobornos. Es investigado por haber operado ilegalmente entre 2008 y 2017 con más de 159 millones de dólares procedentes de la corrupción en el país petrolero. En marzo, la publicación de unos documentos que prueban transferencias multimillonarias en Suiza revelaron que Gorrín movió entre 2011 y 2013 no menos de 5.600 millones de dólares procedentes de caudales públicos de Venezuela.(Dos oficiales que participaron del alzamiento militar contra Maduro: La Operación Libertad sigue viva)