Miedo. Esa es la sensación que domina a los venezolanos cuando se conoció que tanto el equipo de Juan Guaidó como los representantes de la dictadura venezolana estaban negociando en Noruega. No es para menos. Los ciudadanos aún tienen el recuerdo del sabor amargo de las conversaciones en República Dominicana, donde sólo se logró que el régimen de Nicolás Maduro tuviera oxígeno y se mantuviera en el poder hasta la actualidad. ( Guaidó anuncia que envió delegados a Noruega para abordar el cese de la usurpaión chavista)
A pesar de que se ha conocido de que, hasta la fecha, las negociaciones en Oslo no han tenido ningún resultado, son muchos los ciudadanos venezolanos que no entienden que Juan Guaidó estuviera a favor de sentarse en la mesa con los representantes chavistas. Una duda a la que la política venezolana Liliana Hernández parece tener la respuesta: «Siempre se dijo que todas las opciones estaban encima de la mesa, lo que incluye una negociación para lograr el regreso de la democracia en Venezuela», explicó en el foro ‘¿Siguen siendo las elecciones el camino?’. (Almagro carga contra la fórmula Noruega para sacar a Maduro: «Ni siquiera han reconocido a Guaidó»)
Hernández, que fue candidata a la Alcaldía del Municipio Libertador de Caracas en 2004, ha insistido en que «los venezolanos tienen todo el derecho a poder vivir en plena convivencia». En este sentido, se trabajaría en un proceso de integración que deje en el pasado la tradicional separación de la población que nació con la llegada al poder de Hugo Chávez y que se ha ido agravando con el paso de los años.
En una apuesta sólida por ese proceso de aproximación, la opositora recalca que «tenemos que entender que para recuperar la democracia es necesario que todas las fuerzas políticas puedan tener representación, incluyendo el chavismo». En otras palabras, no ve viable ni conveniente que se erradique de la política nacional al movimiento que fue liderado por Hugo Chávez y que ahora incluso se ha expandido por otros países del mundo.