La justicia brasileña determinó que Luiz Inácio Lula da Silva debía ingresar a la cárcel por estar vinculado a la corrupción y blanqueo de dinero por el caso Lava Jato o «caso Petrobras».
Pero para el papa eso da igual, la ideología es lo primero.
Así lo demostró Lula, quien dio a conocer una carta que le envió el papa Francisco. En el texto, el Sumo Pontífice le expresó su solidaridad por las recientes pérdidas familiares que sufrió el político, le pidió que no se desanime y que siga confiando en Dios.(«El diablo le tiene bronca a México»: Las duras palabras del papa Francisco)
Francisco recordó la muerte y resurrección de Jesucristo y subrayó que «el bien vencerá al mal, la verdad vencerá la mentira y la Salvación vencerá la condenación«.
Esta es la segunda vez que el Papa se comunica con el ex presidente desde que Lula quedó detenido en Curitiba. En 2018, el Pontífice le había enviado un rosario bendecido y un mensaje de paz escrito en la versión italiana del libro «La verdad vencerá», de Lula.
A principios de abril, el ex mandatario de Brasil le escribió al Pontífice y le agradeció su apoyo en favor de la justicia y los derechos de los más pobres.
«Recibí su afectuosa carta el pasado 29 de marzo, con la que, además de agradecer mi contribución en la defensa de los derechos de los más pobres y desfavorecidos de esa noble nación, me confesaba su estado de ánimo y comunicaba su evaluación sobre el actual contexto socio político brasileño, lo que me será de gran utilidad», comienza el texto del Papa.
Y sigue: «Como he señalado en el Mensaje para la 52° Jornada Mundial de la Paz celebrada el pasado 1° de enero, la responsabilidad política constituye un desafío permanente para todos los que reciben el mandato de servir a su país, de proteger a las personas que habitan en él y de trabajar para crear las condiciones de un futuro digno y justo. Al igual que mis predecesores, estoy convencido de que la política puede convertirse en una forma eminente de caridad si se aplica en el respeto fundamental por la vida, la libertad y la dignidad de las personas».
«En estos días, estamos celebrando la Resurrección del Señor. El triunfo de Jesucristo sobre la muerte es la esperanza de la humanidad. Su Pascua, su paso de la muerte a la vida, es también nuestra pascua: gracias a Él, podemos pasar de la oscuridad a la Luz, de las esclavitudes de este mundo a la libertad de la Tierra prometida, del pecado que nos separa de Dios y de los hermanos a la amistad que nos une a Él, de la incredulidad y de la desesperación hacia la alegría serena y profunda de quien cree que al final el bien vencerá el mal, la verdad vencerá la mentira y la Salvación vencerá la condenación«, subrayó.
El Papa recordó la muerte de los seres queridos de Lula: «Tengo presente las duras pruebas que vivió últimamente, especialmente la pérdida de algunos seres queridos: su esposa Marisa Leticia, su hermano Genival Inácio y, más recientemente, su nieto Arthur de sólo 7 años. Quiero manifestarle mi cercanía espiritual y alentarlo al pedirle que no se desanime y siga confiando en Dios«.
Por último, le dijo que iba a rezar por él y le pidió a Lula que haga lo mismo. «Que Jesús lo bendiga y la Virgen Santa le proteja. Fraternalmente, Francisco«.
La carta está fecha el 3 de mayo de este año.