Las miradas del mundo se posan en la crisis que vive Honduras. Las manifestaciones de sectores exigiendo mejor educación y salud, y la salida del poder del presidente Juan Orlando Hernández se agudizó con protestas violentas a nivel nacional que ya dejan al menos dos muertos, una veintena de lesionados y varios detenidos.
Las dos víctimas mortales fueron reportadas por el Hospital Escuela, de Tegucigalpa, donde la noche del miércoles fueron ingresadas al menos 21 personas, entre las que figura un menor de edad, dijo a periodistas la portavoz del nosocomio, Julieth Chavarría. Agregó que los pacientes que fallecieron a primeras horas de este jueves son Erick Peralta y Luis Maldonado, el primero a causa de una herida con arma blanca y el segundo por un disparo en la cabeza.
Autoridades policiales también han informado de agentes de los cuerpos de seguridad lesionados y de varios individuos que fueron detenidos, cuando cometían actos de vandalismo en varios comercios privados en la capital del país. Los hondureños vivieron una jornada de protestas que se volvieron más violentas por la noche, con quemas de neumáticos en bulevares y carreteras de las principales ciudades del país y el saqueo y destrucción de negocios.
Además, en Tegucigalpa, agentes de la Policía Nacional continuaban una rebelión de agentes de la fuerza especial «Cobras«, exigiendo conquistas sociales, quienes también le lanzaron gas lacrimógeno a algunos de sus superiores cuando llegaron a uno de los cuarteles donde mantenían la protesta.
Ex agentes de la Policía Nacional, que fueron separados como parte de un proceso de depuración de la institución, para sanearla de la corrupción, serían los promotores de la protesta de los «Cobras», según versiones difundidas por medios locales de prensa. Al respecto, el presidente Hernández dijo que no le extrañaría «que estén involucrados policías depurados»; que los que protestan «son un grupo reducido» y que «la mayoría de la Policía Nacional opera normalmente».
Además, indicó que el Consejo Nacional de Defensa y Seguridad aprobará una serie de medidas que permitan el libre goce de los derechos elementales a los hondureños en general, sobre las que no precisó detalles. «He solicitado a los miembros del Consejo Nacional de Defensa y Seguridad una reunión para este jueves, porque el Estado de Honduras tiene la obligación de garantizarle a su gente, a su pueblo, el goce de sus derechos», subrayó.
El gobernante señaló que el Estado se ve en la obligación de buscar que se respeten los derechos de millones de hondureños, proteger la propiedad privada y los bienes públicos, lo mismo que «la vida y la integridad física de las personas». Por otro lado, el presidente se refirió en un medio local a los pedidos de la oposición y de otros sectores que exigen su salida del poder, con la consigna «Fuera JOH» (Juan Orlando Hernández), al decir que «es un concepto chavista de última generación». «La razón de ser de la oposición es querer llegar a donde estamos. La oposición es capaz de hacer cualquier cosa», subrayó.
Además, expresó que tiene que «cumplir» con su «mandato» y que «en dos años y meses entregaré a un nuevo presidente». Hernández fue reelegido para un segundo mandato en los comicios de noviembre de 2017 en los que, según la oposición, hubo «fraude». «Nuestro compromiso como Gobierno es trabajar y darle el mejor resultado al pueblo que nos eligió por cuatro años», recalcó.
El país también vivió el miércoles un paro de transportistas de carga que aparcaron en importantes carreteras centenares de contenedores, cisternas y otras unidades pesadas exigiendo, entre otras cosas, el pago de 1,24 dólares por kilómetro recorrido, más 20 % sobre el remolque.
La paralización de los transportistas tuvo entre otras consecuencias el desabastecimiento de combustibles en varias gasolineras de importantes ciudades. La protesta de los transportistas finalizó en la madrugada del jueves con la firma de un acuerdo entre sus directivos y funcionarios del Instituto Hondureño del Transporte Terrestre (IHTT), con el presidente Hernández como testigo.
Además, el país amaneció con más tomas de carreteras en importantes ciudades del norte, centro, sur, occidente y oriente, a las que en su mayoría la Policía Nacional llegó tarde.
Miembros de la Policía Militar de Orden Público se sumaron a la Policía Nacional para desalojar a los manifestantes de las vías.
Honduras vive una crisis social, política y económica desde inicios de mayo, luego de que el Parlamento aprobó en abril dos decretos ligados a la educación y salud pública que un sector de los maestros y médicos rechazó por considerar que se orientaban a la privatización de ambos servicios y el despido masivo de personal, a lo que el Gobierno siempre respondió que eso era falso.
El 2 de junio, el Gobierno derogó los dos decretos, pero las protestas no han cesado, mientras que galenos y docentes, aglutinados en una Plataforma para la Defensa de la Salud y la Educación, iniciaron un «Diálogo alternativo ciudadano» orientado a mejorar los sistemas de educación y la salud. Ese diálogo es en paralelo a otro similar que promueve el Gobierno, al que no asistieron los maestros y médicos de la Plataforma, porque consideran que es «falso».