Paciencia. Eso es lo que pide el presidente estadounidense, Donald Trump, tanto a los venezolanos como al resto de líderes de la región. El líder político de Estados Unidos solicitó paciencia ante la crisis política en Venezuela al asegurar que ese tipo de transiciones «llevan tiempo», y prometió visitar Brasil al reunirse en Osaka con su homólogo brasileño, Jair Bolsonaro. «Las cosas llevan tiempo. Estamos del lado del pueblo de Venezuela», dijo Trump al comienzo de su reunión con Bolsonaro durante la cumbre del G20 en la ciudad japonesa de Osaka.
El mandatario se refería así al estancamiento de la estrategia estadounidense en Venezuela, donde ya hace cinco meses que Trump reconoció como presidente legítimo al líder opositor Juan Guaidó, pero éste no ha logrado arrebatar el poder a Nicolás Maduro. En las últimas semanas, la Casa Blanca ha moderado su discurso contra Maduro, pero fuentes oficiales consultadas por Efe aseguran que los esfuerzos para presionar al chavismo continúan, aunque no se hagan públicos.
Trump y Bolsonaro «renovaron su compromiso para apoyar al pueblo venezolano en sus esfuerzos para recuperar su democracia y su libertad», indicó la Casa Blanca en un comunicado tras la reunión. El presidente estadounidense también conversó sobre Venezuela al reunirse con su homólogo ruso, Vladímir Putin, quien respalda a Maduro; pero la Casa Blanca no quiso dar detalles sobre ese diálogo.
La de hoy fue la segunda reunión entre Trump y Bolsonaro, quienes ya confirmaron su sintonía durante un encuentro el pasado marzo en la Casa Blanca. «(Bolsonaro) es un hombre muy especial, le está yendo muy bien, el pueblo de Brasil le quiere mucho», afirmó Trump. «Iremos a Brasil», añadió el mandatario, que desde que llegó al poder en 2017 solo ha visitado un país latinoamericano, Argentina, y aseguró que tiene «ganas» de viajar al país de Bolsonaro.
Trump opinó que los lazos con Brasil son «más estrechos que nunca», y atribuyó en parte la victoria electoral de Bolsonaro el año pasado a su «relación» con el mandatario estadounidense. Por su parte, Bolsonaro recordó que admira a Trump «desde hace mucho tiempo, incluso antes» de su triunfo electoral en 2016, y añadió: «Apoyo a Trump, apoyo a Estados Unidos, apoyo su reelección».
El encuentro entre ambos tuvo lugar en un momento clave para la guerra comercial entre EEUU y China, un día antes de que Trump se reuniera en Osaka con el presidente chino, Xi Jinping.
China es el principal destino de las exportaciones de Brasil y Bolsonaro también tenía previsto reunirse con Xi en Osaka para limar las asperezas generadas en Beijing por la alianza entre Trump y el líder brasileño.
Quizá pensando en ese encuentro de Bolsonaro con Xi, Trump le advirtió sobre «los riesgos asociados con las actividades de China en el continente americano», de acuerdo con la Casa Blanca.
También conversaron sobre cómo fortalecer el comercio bilateral, y Trump reiteró su apoyo a la campaña de Brasil para entrar en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), considerado como el club de los países ricos.