El ridículo total que vivió el presidente Donald Trump ya cobró la cabeza del responsable de la dura broma que le hicieron al primer mandatario.
Un empleado del grupo conservador Turning Point USA fue despedido por la exhibición en un acto en el que participó el presidente, Donald Trump, de un sello presidencial modificado con palos de golf y con el texto “45 es un títere”.
Trump concurrió el pasado martes a una conferencia de ese grupo organizada para adolescentes en el Hotel Washington Marriott Marquis y cuando subió al podio, durante unos 80 segundos y sin que él lo notara, se proyectó detrás de él, en la pared, lo que a primer a vista parecía el Sello Presidencial de Estados Unidos.
El sello oficial muestra, dentro de un círculo, un águila imperial que sostiene un ramo de olivo en su garra derecha y un haz de 13 flechas en su garra izquierda, con un pergamino en el pico en el que se lee la leyenda en latín “E pluribus unum” (de muchos, uno).
La imagen proyectada, sin embargo, tenía un águila de dos cabezas, como la del escudo imperial ruso, con un haz de palos de golf en lugar de flechas en su garra izquierda, y un fajo de billetes en la derecha en sustitución de la rama de olivo.
Y en el pergamino, la leyenda “45 es un títere” escrita en español, sugiriendo que el cuadragésimo quinto presidente, Trump, es manejado por Moscú.
Turning Point USA explicó que, originalmente, se había planificado la proyección del sello de la organización y cuando, poco antes de la conferencia, se optó por proyectad el sello presidencial, un miembro del equipo de vídeo buscó una imagen de alta resolución sin prestar atención a que la elegida estaba modificada.
“Lamentamos la equivocación que no tuvo la intención de faltar el respeto a la Casa Blanca o al presidente (…) Aunque no creemos que haya habido intención maliciosa, de todos modos despedimos al empleado”, informó el grupo conservador, según informó hoy la cadena de televisión Fox.
Los medios de prensa han identificado al diseñador gráfico que creó la imagen como Charles Leazott, de 46 años y residente en Richmond (Virginia), quien ha sido republicano durante muchos años, pero que desde la elección de Trump ha abandonado ese partido.
“Ésta es la pieza de arte más bonita que he creado”, dijo Leazott al diario The Washington Post, explicando que la había hecho como una broma con sus amigos y familiares sin la intención de mostrarla a más gente.
Según el diario, desde que llegó a la Casa Blanca y hasta octubre del año pasado, Trump había visitado su campo de golf en Virginia más de 40 veces, y su club privado en Bedminster, Nueva Jersey, en 70 ocasiones.
No es una afición barata y, según The Huffington Post, hasta mayo pasado las excursiones para jugar al golf le han costado a los contribuyentes por lo menos 102 millones de dólares en viajes y requisitos de seguridad.
Leazott dijo al diario The Richmond Times que él no cree que la selección de su imagen haya sido accidental.
“Uno tiene que andar buscando estas cosas”, indicó. “Lo que digo es que esto no fue un accidente”.