Tensión en Perú entre los distintos poderes políticos. El presidente Martín Vizcarra lanzó un ultimátum al Congreso, al anunciar que lo disolverá si le niega un voto de confianza ligado a una reforma en la designación de los magistrados del Tribunal Constitucional, con la que busca impedir que esa corte sea copada por la oposición. “Si se deniega la confianza tendríamos que actuar según la Constitución (que faculta al presidente a disolver el Congreso y convocar nuevas elecciones legislativas)”, dijo Vizcarra en una entrevista en horario estelar al programa Cuarto Poder del canal América TV.
Vizcarra, quien ha enarbolado la bandera de la lucha contra la corrupción, aseguró que cuenta con “apoyo político, social, técnico y en todo sentido” para disolver el parlamento controlado por el partido fujimorista Fuerza Popular y otros grupos opositores. “Vamos a actuar en función de lo que manda la Constitución Política del Perú”, señaló el mandatario al insistir que la ley lo respalda, en víspera de la sesión en que el Congreso designará a seis magistrados del Tribunal Constitucional de una lista de candidatos escogidos por la oposición.
Para impedir esa cuestionada elección, el gobierno entregó al Congreso un proyecto de reforma para el nombramiento de los magistrados, ligándolo a un voto de confianza. El primer ministro, Salvador del Solar, debe acudir al Congreso para sustentar el proyecto de reforma, pero la oposición tendría planeado elegir antes a los nuevos magistrados. El presidente peruano indicó que si el Congreso procede de esa forma lo considerará como un rechazo al voto de confianza, quedando habilitado para disolverlo.
“Ya ha sido anunciada la cuestión de confianza y si no se debate tomaríamos como denegada la misma”, dijo Vizcarra en la entrevista. El anuncio implica un gran desafío para los opositores que controlan el Congreso, que ya han adelantado que de todos modos elegirán a los seis magistrados en un proceso cuestionado por la falta de transparencia y rapidez con que se lleva a cabo.
«La elección de los magistrados es impostergable», dijo el presidente del Congreso, el opositor Pedro Olaechea, en respuesta al desafío del gobierno. Vizcarra presentó la iniciativa luego que el Congreso archivara su proyecto de adelantar las elecciones para abril de 2020, lo que implicaba recortar un año su mandato y el del Legislativo. La propuesta contaba con el apoyo del 75% de los peruanos, según encuestas.
Los legisladores opositores no quieren elecciones anticipadas, pues arriesgarían la holgada mayoría que tienen en momentos en que sufren un gran desprestigio, según los sondeos. Además, por una reforma de Vizcarra ratificada en un referéndum en diciembre de 2018, los legisladores no pueden ser reelegidos.
Recurso de amparo de Keiko
El Tribunal Constitucional está encargado de interpretar la Carta Magna y funciona como última instancia judicial en recursos de amparo, como el presentado para que Keiko Fujimori recupere su libertad. La líder opositora está en prisión preventiva desde hace 11 meses por el escándalo de las dádivas de la constructora brasileña Odebrecht y el fallo sobre su recurso será anunciado por el tribunal en los próximos días.
Perú está sumido en un choque de poderes desde que el banquero Pedro Pablo Kuczynski venció ajustadamente a la populista Keiko Fujimori en los comicios de 2016. Aunque perdió la presidencia, el partido de la primogénita de Alberto Fujimori (1990-2000) ganó una abrumadora mayoría en el Congreso con la que mantuvo contra las cuerdas a Kuczynski hasta forzarlo a dimitir en marzo de 2018.
Kuczynski fue sustituido por Vizcarra, su primer vicepresidente. Éste carece de partido y bancada parlamentaria, pero a diferencia de su antecesor se ha enfrentado con energía al Congreso, que se ha visto forzado a concederle dos votos de confianza a su gobierno, en septiembre de 2018 y en mayo pasado. Vizcarra, quien era casi un desconocido cuando asumió el poder hace 18 meses, ha conseguido un récord de popularidad al enfrentarse al Congreso, según los sondeos.