La comunista Piedad Córdoba ha vuelto a generar una nueva polémica. Tras años poniendo trabas al crecimiento democrático de Colombia y a la lucha contra el narcotráfico, ahora ha vuelto a empantanarse con la defensa del dictador boliviano Evo Morales. A través de las redes sociales, afirmo que «lo de Bolivia es un golpe de estado a un Presidente electo. Con una oleada de violencia obligan a renunciar a Evo Morales. Que quede claro!! Van por el estaño, la plata, el cobre y toda la riqueza minera de Bolivia. Volverá el FMI, las privatizaciones, eliminarán subsidios!!».
Lo de Bolivia es un golpe de estado a un Presidente electo. Con una oleada de violencia obligan a renunciar a Evo Morales.
Que quede claro!! Van por el estaño, la plata, el cobre y toda la riqueza minera de Bolivia. Volverá el FMI, las privatizaciones, eliminarán subsidios!!
— Piedad Córdoba ⚖ (@piedadcordoba) November 10, 2019
A pesar del fracaso de jugar a implementar el miedo entre los bolivianos, los usuarios de las redes sociales han aprovechado su mensaje para barrer el suelo con la comunista colombiana. El General venezolano Carlos Peñaloza fue uno de los que lanzó un fuerte ‘zasca’ a Piedad Córdoba: «A esta señora comunista el mal olor de su turbante la tiene medio loca. No se cómo fue amante de Chávez. ¿Cosas de gustos?».
A esta señora comunista el mal olor de su turbante la tiene medio loca. No se como fue amante de Chavez. Cosas de gustos?
— Carlos Peñaloza (@GenPenaloza) November 10, 2019
A pesar de que Piedad Córboda disfruta metiéndose en la política interna de toda América Latina, y en especial de Venezuela, no suele llevar muy bien las críticas o las revelaciones de su presunta vinculación con el narcotráfico. Recientemente, el general Manuel Ricardo Cristopher Figuera, ex director del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN), aportó nuevos datos sobre lo que, insiste, ha sido el paso de Jesús Santrich por Venezuela, al punto de que asegura que el exguerrillero fue visto en Caracas. Además, señala que sus fuentes ubicaron al congresista colombiano, a quien se refiere como “terrorista”, en una vivienda que le fue regalada a la exsenadora Pieda Córdoba por parte del gobierno revolucionario. Unas declaraciones que llevaron a las amenazas de la comunista colombiana con los tribunales.