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Evo Morales intentó defender su fraude electoral con la violencia policial. La intervención de las Fuerzas Armadas llevó al cese de su régimen de 14 años, aunque desde las redes sociales el «fraudulento» dictador busca apelar a la lástima para lograr un indulto o para volver al poder Ejecutivo. Así quedó de manifiesto en sus últimas publicaciones en las redes sociales, donde afirmó: «Los golpistas que asaltaron mi casa y la de mi hermana, incendiaron domicilios, amenazaron de muerte a ministros y sus hijos y vejaron a una alcaldesa, ahora mienten y tratan de culparnos del caos y la violencia que ellos han provocado. Bolivia y el mundo son testigos del golpe».
Los ciudadanos ya no creen en las mentiras del tirano boliviano, ya que fue él quien avaló la violencia por parte de los grupos pro oficialistas y lanzó a las fuerzas de seguridad a la calle para detener las manifestaciones en su contra. Ahora, cuando tuvo que renunciar a su cargo, intenta un regreso ‘a lo Lula’, aunque sus palabras han perdido de toda validez.
Aún así, el dictador continúa con su llorantina a la espera de obtener algún resultado: «Muy agradecido con la solidaridad del pueblo, herman@s de Bolivia y el mundo que se comunican con recomendaciones, sugerencias y expresiones de reconocimiento que nos dan aliento, fortaleza y energía. Me emocionaron hasta hacerme llorar. Nunca me abandonaron; nunca los abandonaré».
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