La Sexta se ha posicionado, una vez más, a favor de una dictadura. A pesar de que aplaudieron como focas con la exhumación de Francisco Franco, no les tiembla el pulso para intentar blanquear a los dictadores de izquierda, como ha sido el caso de Nicolás Maduro en Venezuela y, ahora, de Evo Morales en Bolivia. Así quedó de manifiesto durante su informativo del 11 de noviembre, donde se ha informado sobre la renuncia de Evo Morales como un «golpe de Estado» y dejando voluntariamente de lado el fraude electoral que se vivió en Bolivia y que tenía por finalidad la permanencia en el poder del tirano socialista.
Desde La Sexta se ha intentado vender la violencia callejera como una consecuencia del derrocamiento del dictador, cuando en realidad se trata de grupos radicales de la izquierda que se han encargado de encender las calles para intentar garantizar la vuelta de Evo Morales. Unos grupos agresivos que cuentan con el respaldo de otras dictaduras socialistas, como es el caso de Venezuela, Cuba y Nicaragua. No en vano, son los gobiernos que han ofrecido su apoyo y han hablado de «brisas bolivarianas», así como ya lo hicieron en las manifestaciones que han mantenido a Chile consumida por el caos y las llamas.
El informativo de La Sexta se convierte en una forma más de blanqueo a un dictador que, a pesar de haber perdido un referéndum que le impedía relanzarse a la presidencia, modificó las leyes nacionales de forma ilegal para garantizar su permanencia en el poder. Como si no fuera suficiente, el canal de televisión defiende a un dictador que, repudiado en las urnas, paralizó por horas el conteo de votos hasta lograr que el Tribunal Electoral diera los resultados necesarios para él, esos que impedían una segunda vuelta y que le regalaban el poder por un período más.
La postura de La Sexta tampoco sorprende cuando se sabe que uno de sus periodistas ‘estrellas’ se encarga de hacer entrevistas ‘a la medida’ de los dictadores latinoamericanos, para lograr que no se sientan incómodos en ningún momento y sigan recibiéndoles con honores en los palacios presidenciales.