Ecuador fue el primer país latinoamericano en vivir el efecto de las ‘brisas bolivarianas’. El presidente Lenín Moreno, durante una entrevista con El País, acusa de la ola de manifestaciones a su antecesor, Rafael Correa, también de Alianza País, de impulsar las revueltas.
P. ¿Qué ocurrió exactamente en octubre? ¿Cuál es su versión?
R. Tradicionalmente, los indígenas se han manifestado en contra de medidas que piensan que no les son beneficiosas y, generalmente, lo han hecho en paz y esta última vez también. Lo que ocurrió es que se infiltraron sectores criminales, pagados por el correísmo, y no solo eso, también gente de las FARC, del ELN, asalariados maduristas, que se han camuflado dentro de los casi 4.000 venezolanos que han ingresado en el país como inmigrantes y pandilleros comunes que empezaron a causar desmanes como nunca antes se había visto contra la policía, los ciudadanos, a destruir los comercios y también se dedicaron a algo muy significativo, fueron a quemar la Contraloría General y precisamente al departamento en el cual se encontraban las pruebas de la corrupción correísta, con lo cual se puede imaginar cuál era el objetivo final.
P. ¿Tiene pruebas?
R. Están todas las investigaciones en marcha sobre personas muy vinculadas al correísmo. No olvide, además, que los actos de investigación sobre corrupción del Gobierno correísta están en las últimas instancias judiciales y eso les tiene muy preocupados. Por eso, aprovechan las manifestaciones indígenas que, por otra parte, cuando no son violentas, están reconocidas como un derecho en la Constitución. Se pueden atar perfectamente los cabos y llegar a la conclusión de por qué se produjeron las protestas.
P. Pero no hay pruebas físicas de esa conspiración…
R. La Fiscalía las tiene. Se hicieron allanamientos (registros) por orden de la Fiscalía, no por orden del Ejecutivo, intervenciones telefónicas y están encontrando elementos de convicción.
P. Ecuador abrió la espita de la ola de protestas en Sudamérica. En Chile, han provocado un cambio constitucional y en Bolivia, la salida del poder de Evo Morales…
R. ¿No le parece demasiada coincidencia?
P. ¿Cree que todo obedece al mismo plan?
R. Todo ha sido premeditado.
P. Conspiración aparte, parece haber condiciones objetivas para el malestar en el continente…
R. La desigualdad es bastante alta, también en Ecuador. Es tarea de un Gobierno tratar de aminorar la distancia que existe entre los menos favorecidos y los que poseen mayor riqueza. En Ecuador, estamos tratando de acabar con ello con programas como Toda una vida, que como su nombre indica, abarca desde el momento de la concepción hasta que Dios decide cerrarnos los ojos.
P. ¿Hubo un golpe de Estado en Bolivia?
R. ¿Quién dio el golpe de Estado? ¿Alguien que hizo unas elecciones mañosas o un pueblo que sale a manifestarse en contra de ese manejo mañoso? Habría que ver quién dio ese golpe de Estado. Tiene visos de algo, es decir, de lo uno y de lo otro. Pero la presidenta interina, Jeanine Áñez, ha llamado a elecciones transparentes y limpias, con amplio despliegue de control y observación por parte de organismos internacionales. Creo que no puede haber mayor manifestación de democracia.