Perú está luchando contra la lacra de los feminicidios. Una asignatura pendiente que la ministra de Justicia, Ana Teresa Revilla, prefirió dejar por unos días olvidados debido a que estamos en Navidad. En concreto, la representante público quiso evitar hacer algún comentario sobre el reciente homicidio de una mujer y tres de sus hijos en Lima.
La decisión de no abordar el problema «por ser Navidad» no sólo ha molestado a las feministas o a la sociedad en general, sino también al propio presidente de Perú, Martín Vizcarra, quien no descartó una posible separación del cargo de la ministra de Justicia.
«Estoy retomando a Lima en breves minutos y vamos a ver el tema específico de estas declaraciones que no las aceptamos», expresó Vizcarra ante la prensa en la región Moquegua, al ser consultado sobre si Revilla se mantendría en el cargo luego de que la noche de Navidad, tras la misa de Gallo en la Catedral de Lima, se negase a hablar del feminicidio de Jessica Tejeda, con una apacible sonrisa.
«Lamento fastidiarlo pero, en verdad, estoy en pleno momento de Navidad. Lamentablemente en este momento no (voy a contestar)», respondió la titular de Justicia, con una sonrisa que extrañó a los periodistas, que le insistieron se exprese sobre los feminicidios en el país y el papel de la Justicia.
«Me solidarizo plenamente con todas esas personas que sufren esta situación día a día, y normalmente a veces se estandariza como normal, y está al interior de los hogares y sufren a partir de la relación con sus propias parejas. Nosotros dimos esas declaraciones porque acabábamos de salir de un oficio religioso y nos cogió de sorpresa», señaló la ministra a la emisora RPP Noticias.
Ola de feminicidios
Las declaraciones de la ministra de Justicia, Ana Teresa Revilla, han sentado tan mal en la sociedad peruana por la ola de feminicidios que se ha desatado a lo largo de 2019. Los datos del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP) advierten que a lo largo de los últimos 12 meses se han alcanzado niveles máximos y alarmantes respecto de años anteriores. De enero a noviembre, hubo 152 casos de este delito, la cifra más alta en la última década.
Solo en noviembre, en Perú se reportaron 12 feminicidios, la tercera cifra más alta del año, después de enero (15 casos) y octubre (13 casos). En cuanto a las regiones con mayor incidencia, los datos del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables apuntan a las localidades de Lima Metropolitana (35), Puno (13), Cusco (9) y La Libertad (9). Les siguen Callao, Huánuco, Junín y Lima Provincias, con ocho casos cada uno.
¿El motivo del incremento?
Nancy Tolentino, directora ejecutiva del Programa Nacional contra la Violencia Familiar y Sexual del MIMP, dice que esta realidad se debe a una resistencia de la cultura machista, enraizada en la sociedad, hacia un cambio que prioriza condiciones de igualdad para las mujeres. La mayoría de casos observados son de parejas violentas que no aceptan el fin de una relación.
“Se da cuando la mujer intenta romper una relación, ejercer sus derechos y tener un proyecto de vida libre sin violencia. Lo ideal sería que en estas situaciones de riesgo las potenciales víctimas vayan acompañadas por la policía”, señala.