Tener relaciones homosexuales y ser soprendido supone como poco recibir 100 latigazos
Y aunque parezca mentira, varios de ellos son miembros destacados de esa etérea Alianza de las Civilizaciones que impulsa, financia y promueve el presidente Zapatero.
Ser homosexual está castigado con la muerte en Mauritania, Arabia Saudí, Sudán, Irán y Yemen. Y también en el norte islamista de Nigeria y Somalia.
Esta es la conclusión más tenebrosa del último mapa sobre los derechos de lesbianas y gays en el mundo que ha hecho la federación internacional ILGA.
En el trabajo, elaborado a partir de las legislaciones, no se observan variaciones con respecto al año pasado. Además, otros 72 países criminalizan las relaciones entre personas del mismo sexo.
A esta cifra hay que añadir las regiones, entidades o estados autónomos que lo hacen.
El último, denunciado esta semana por Amnistía Internacional, el de Aceh en Indonesia, donde tener relaciones homosexuales y ser soprendido supone como poco recibir 100 latigazos.
EL PRESIDENTE HOMÓFOBO DE LA ASAMBLEA DE LA ONU
El pasado diciembre, 66 países votaron en la ONU a favor de una iniciativa para que no se criminalizara a gays y lesbianas.
La propuesta, considerada un éxito por el movimiento homosexual (a pesar de que no fue apoyada más que por un tercio de los países miembros), ha recibido un jarro de agua fría reciente.
El motivo no es otro que el nombramiento del nuevo presidente de la Asamblea. Se trata del Ali Abdussalam Treki, quien dice a propósito de esa descriminalización:
«Es un asunto muy sensible. Como musulmán, no estoy a favor. Es algo que la mayoría de los países no aceptan. Creo que no es aceptable debido a mi religión, a mi tradición».
«No es aceptable en la mayoría del mundo. Y algunos países lo permiten, creyendo que es una especie de cosa democrática. Yo creo que no lo es».