Durante la manifestación convocada por Vera, algunos asistentes rechazaron el proyecto legal y solicitaron a la ciudadanía apoyar las acciones de rechazo
Cientos de personas se congregaron ayer en un céntrico parque de la ciudad portuaria de Guayaquil, en el suroeste de Ecuador, en una concentración convocada por un ex presentador de televisión que se opone a una ley de Comunicación que impulsa el Gobierno.La manifestación fue convocada por el periodista Carlos Vera, quien no ha ocultado su interés por disputar en elecciones la Presidencia del país y que ahora es abanderado de la libertad de expresión, al considerar que la ley que regula a la prensa coarta el derecho a la información en el país.
«Recién estamos comenzando» una lucha por la libertad de expresión, dijo Vera en una tarima, al advertir que impulsará nuevas acciones para defender «todos los derechos» que, según él, están amenazados por el Gobierno del presidente Rafael Correa, de corte izquierdista.
El proyecto de Ley de Comunicación, que el pleno de la Asamblea Nacional (Parlamento), dominada por el oficialismo, se apresta a discutir en un primer debate el próximo 10 diciembre, ha levantado serias críticas por parte de gremios y empresas periodísticas, que temen que esa norma se convierta en una «ley mordaza».
La mayoría de medios privados también han expuesto en sus espacios comunicados contra esa ley, en los que consideran que esa norma «no sólo afecta a los medios de información, afecta a todos» los ecuatorianos.
Durante la manifestación convocada por Vera, algunos asistentes rechazaron el proyecto legal y solicitaron a la ciudadanía apoyar las acciones de rechazo, a las cuales se han unido varios gremios de periodistas del país.
Además, algunas emisoras de radio de Guayaquil, bastión de la oposición política en Ecuador, hicieron una pausa de 15 minutos en sus programaciones habituales, en rechazo a la Ley de Comunicación.
De su lado, el oficialista movimiento Alianza País ha remarcado que la normativa pretende regular la actividad y que no supone coartar la libertad de expresión, como teme la oposición.
Incluso, el presidente de la Asamblea legislativa, el oficialista Fernando Cordero, invitó hace algunos días a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para que acompañe el proceso de elaboración de la nueva Ley de Comunicación.
Según Cordero, el acompañamiento de la CIDH permitirá que se «vigile» el proceso de construcción del cuerpo legal y se verifique el «respeto irrestricto a los derechos constitucionales sobre la libertad de expresión».
«No cabe duda que esta ley protegerá y garantizará los derechos humanos», aseguró el jefe del Parlamento ecuatoriano y subrayó que la norma no entrará en contradicción con la Constitución, como también temen los sectores opositores.